Málaga se prepara para un viaje musical con la Orquesta Sinfónica de Estudiantes: Ravel y Beethoven protagonizan su nuevo concierto
El evento tendrá lugar este viernes 28 a las 18:00 horas en el Salón de Actos de la ETSI Informática y Telecomunicación de la Universidad de Málaga
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La Orquesta Sinfónica de Estudiantes de Málaga (OSEM), proyecto impulsado por jóvenes músicos malagueños y actualmente en proceso de registro oficial, continúa su actividad tras el concierto inaugural ofrecido el pasado 12 de septiembre. Aquella primera presentación, marcada por la energía y grandeza de la Heroica de Beethoven, supuso un destacado debut en la escena musical de Málaga.
Este próximo viernes 28 de noviembre, la OSEM ofrecerá su segundo concierto a las 18:00 horas en el Salón de Actos de la ETSI Informática y Telecomunicación de la Universidad de Málaga. El programa planteado combina unidad artística, profundidad y una visión esperanzadora a través de tres obras seleccionadas en homenaje al 150º aniversario del nacimiento de Maurice Ravel.
El repertorio incluirá la delicada Pavana para una Infanta Difunta, pasando por la Suite Mi Madre, la Oca, y culminará con el Concierto para Violín en Re Mayor, Op. 61 de Beethoven. En esta última pieza participará como solista el violinista malagueño David Barea López, encargado de interpretar el papel solista que el compositor alemán escribió para su Op. 61.
La dirección del concierto estará a cargo de Felipe Gómez Isla, joven fundador y presidente de la asociación sin ánimo de lucro que impulsa la OSEM. Gómez destaca que el proyecto busca ofrecer a Málaga un nuevo espacio musical centrado en la búsqueda de la verdad artística de cada obra y en otorgarle el sentido que merece.
Según su testimonio, la OSEM “busca trascender”, aspirando a “rozar el lado más espiritual de los malagueños” y a convertir cada interpretación en un momento “único e irrepetible”. Gómez subraya además que los conciertos de la agrupación tienen la intención de ir más allá del mero hecho de interpretar: buscan transmitir un mensaje y alcanzar una “dosis de espiritualidad”, siguiendo la idea de que la verdadera música se encuentra cuando “el sonido alcanza su máximo esplendor”.
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