-parece que hemos entrado en un clima de crispación sin precedentes entre profesionales sanitarios y Junta, ¿es así?
-La relación con anteriores delegados y consejeros siempre ha sido muy buena, y con los actuales también. Ahora ha habido una situación donde desde el Colegio de Médicos lo que hemos hecho ha sido dar nuestra opinión, y estamos totalmente en nuestro derecho de manifestarla, y nos ha sorprendido mucho la respuesta recibida.
-Desde la Consejería de Salud les acusaron de mentir, ¿cómo ha sentado esto?
-No nos explicamos el utilizar ese término que no es acorde a una relación habitual de lealtad mutua y esperamos que reflexione. Las críticas hay que aceptarlas y siempre las hemos hecho desde el respeto, para contribuir a mejorar y a que haya un menor número de agresiones. Lo que hemos pedido es que la consejera venga a Málaga y que se reúna con los profesionales como nos ha dicho en ocasiones previas, y la verdad es que nos ha sorprendido enormemente una respuesta desproporcionada y utilizando un término como la mentira, que además no es habitual. Creo que las relaciones se tienen que guiar por el respeto y cuando no se coincida manifestarlo dentro de otros términos. Nosotros no vamos a caer en respuestas de ese tipo, porque tenemos lealtad. Yo vuelvo a tender la mano.
-¿Qué pediría a la Consejería?
-Apelo a que se reflexione. Tenemos una sanidad que durante décadas se ha ido moldeando y mejorando paso a paso y eso se ha hecho entre todos con un esfuerzo del gasto público, de los profesionales y de los ciudadanos, y ese espíritu de mejora tiene que estar presente. Lo que hemos hecho es plantear a la administración que consideramos que hay que decir las cosas con mayor contundencia y que hay que hacer una campaña de educación sanitaria en la población, para intentar evitar esta situación de agresividad.
-¿Esto se había dado antes?
-Este ritmo de agresión por semana no lo habíamos tenido antes. Una agresión puntual pasa y ya está, pero ha habido un repunte. Si uno plantea eso y la respuesta es que se miente… No se miente cuando se está produciendo una agresión por semana, eso es una realidad. Estábamos en una media anual de en torno a 22 ó 25 agresiones denunciadas, que no producidas. Habrá que verlo pero este año seguro que se va a superar esa cifra.
-Usted insiste en que la consejera debe ser más contundente. ¿Cree que no se han tomado en serio la situación?
-No, yo eso no lo creo. Me consta que la Consejería está preocupada y mucho, pero lo que hay que tener es el espíritu de decir que lo que se está haciendo no es suficiente. Con una agresión por semana de un profesional, y llevamos así desde julio, hemos echado de menos que la consejera hubiera venido a Málaga, incluso a la delegada que tampoco la hemos visto haciendo esas manifestaciones públicas. Con condenar solo no solucionamos nada, hay que profundizar y analizar qué está ocurriendo para que en Málaga haya este incremento en las agresiones. Nos hubiera gustado que la consejera dijera que había que tomar medidas drásticas y lanzar un mensaje de que hay que mantener un respeto a los profesionales en el día a día.
-¿Se han puesto en contacto con el Colegio de Médicos desde la Consejería o la Delegación en estos días?
-No, en absoluto.
-¿Cuál es la causa de este incremento en las agresiones?
-Han cambiado las pautas de conducta de los ciudadanos y en la figura del respeto, probablemente hemos caído en transmitir que los derechos no tienen un límite. Y a veces una radiografía o una analítica no están indicados y cuando se dice no, curiosamente se genera una situación de no confianza, que en algunos casos deriva en una agresividad ante la que uno se queda sorprendido. Hay insultos y hasta llegan a agredirte físicamente, hay compañeros que son zarandeados, una compañera que fue arrastrada por el pelo...
-¿Todo esto tiene origen en los recortes?
-Claro, todo forma parte de un puzle. En muchas ocasiones nosotros no es que digamos que el paciente no tenga razón. Cuando pedimos una cita para el cirujano vascular y la dan para dentro de seis meses, claro que es normal que el ciudadano tenga en un momento dado un cabreo, pero una cosa es cabrearse y otra agredir o insultar.
-¿Cómo se podrían evitar las agresiones?
-No tenemos ninguno una varita mágica, quien piense que por hacer una determinada actuación esto se va a erradicar se equivoca.
-¿Funciona el plan contra agresiones a sanitarios?
-A raíz de lo que está ocurriendo estos últimos meses se está mejorando. Cuando un médico sufre una agresión y pone una denuncia, era defendido por los abogados de la asesoría jurídica del Colegio, pero lo normal es que también el propio SAS defienda a su trabajador. Los timbres antipánico está bien que existan, pero si no hay un responsable de seguridad, cuando el timbre suena quienes acuden a la consulta son el resto de profesionales.
-¿Tiene que haber más seguridad en los centros entonces?
-Pues hombre, si me dicen que eso lo va a solucionar al cien por cien, está claro que no, pero sería una medida más.
-¿Van los médicos con miedo a su puesto de trabajo?
-Miedo no es la palabra, pero la tensión sí se palpa en las consultas.
-¿De dónde surge la huelga de Atención Primaria para octubre?
-De la impotencia, de que hace un año se dijo que iba a haber una reforma en profundidad y no hemos visto los resultados. El tema de las agresiones es otra gota que colma el vaso.
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