La lista de espera para lograr las ayudas de la Ley de Dependencia está dejando a mucha gente por el camino. En la provincia de Málaga fallecieron cerca de 800 personas en solo seis meses a la espera de ser valoradas con un grado determinado de dependencia o aguardando la ayuda ya asignada. Los datos salen del mismo Boletín Oficial del Parlamento de Andalucía (BOPA) en respuesta a una pregunta parlamentaria fechada a 18 de septiembre de 2019.

El procedimiento para que una persona sea reconocida como dependiente y vea asignada su prestación es largo y complejo. Primero, los Servicios Sociales más cercanos fijan en un plazo medio de tres meses una cita para la valoración inicial en la que determinan el nivel de dependencia del solicitante. Una vez resuelto este punto, pueden pasar entre tres y seis meses más hasta obtener el Programa Individualizado de Atención (PIA), en el que se establece el recurso asistencial más acorde y se completa, conforme a la capacidad económica, la resolución final.

Según la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales, el tiempo medio de espera en España es de 426 días, aunque existe una enorme disparidad entre las comunidades autónomas. Mientras que los vascos ven resultas sus solicitudes en entre cuatro y cinco meses (137 días de media), los canarios, los extremeños, los andaluces y los catalanes esperan más de 18 meses. En concreto, la media en Andalucía es de 621 días.

En este itinerario se quedan muchas personas. En Málaga, entre enero y junio del pasado año, murieron 798 personas mientras esperaban fuera de plazo. Según los datos publicados por el BOPA, el 31% de ellas fallecieron antes de recibir la resolución de grado. Son, en concreto, 252 malagueños que, por tramos de edad, tenían en su mayoría entre 80 y 100 año (150). En la lista, también se registra un bebé, de entre cero y tres años, así como 23 personas de entre 22 y 64 años y 78 de entre 65 y 79.

El grueso de los fallecidos perdieron la vida a la espera de la resolución del PIA. En esos seis meses fueron en total 546 personas, una de entre 7 y 21 años, 44 entre 22 y 64, 137 entre 65 y 79, 363 entre 80 y 100 y una tras cumplir esta edad.

Imagen de archivo de un grupo de personas mayores.

Con estas cifras, Málaga se coloca como la segunda provincia donde más personas fallecieron en el lapso de tiempo indicado a la espera de estas ayudas, solo por detrás de Sevilla. En consonancia con el número de habitantes, la capital andaluza registró el mayor número de muertes, 1.117, seguida de Málaga, Granada (733) y Cádiz (704).

En la respuesta publicada en el BOPA, registrada por la socialista María Soledad Pérez y con respuesta de la consejera de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Rocío Ruiz, también se indican los datos a nivel andaluz, en este caso en los últimos tres años. En el conjunto de la comunidad autónoma fallecieron 27.658 personas mientras esperaban, fuera de plazo, la tramitación de su grado o la resolución de su PIA. El promedio de gasto anual por dependiente en Andalucía es de 1.000 euros inferior a la media estatal –5.554 frente 6.580– mientras que el gasto por habitante en 2018 se situó en niveles equiparables a la media nacional –133,19 euros–.

Según los datos de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, 2019 terminó con 270.000 personas con derecho a servicios o prestaciones en todo el país que no las recibieron, 20.000 más que en el año anterior. Durante estos 12 meses, según estas estimaciones, fallecieron 31.000 sin recibir respuesta, una media de 85 cada día.