Málaga

Pacientes y profesionales piden un plan de choque contra las listas de espera en Málaga

  • Sostienen que la situación ha empeorado respecto a antes de la pandemia y que tardará “varios meses” en normalizarse

  • Los mayores retrasos se dan en las especialidades quirúrgicas

Profesionales trabajando en un quirófano, en una imagen de archivo.

Profesionales trabajando en un quirófano, en una imagen de archivo. / M. H.

Las esperas en la sanidad pública malagueña –que antes del Covid ya eran importantes– han empeorado tras la pandemia. Pacientes y profesionales consultados urgen a un plan de choque para reducir las demoras, mientras gestores destacan el esfuerzo realizado y aseguran que este 2021 acabará “mejor que el año pasado”. Es más, desde los hospitales se ve el panorama mucho más normalizado de lo que pintan los usuarios.

Resulta difícil resumir la situación porque varía según las especialidades y los centros. Y además, porque los datos que publica de forma esporádica la Administración sanitaria siempre están bajo la sospecha de no reflejar la realidad del problema.

Un facultativo de familia comentaba que acababa de atender a un paciente al que derivó al traumatólogo en mayo y que seguía sin cita. “Como los administrativos tienen delante a los enfermos reclamando, a veces no encuentran más solución que decirles que vuelvan a su médico de cabecera para que los derive por segunda vez”, señalaba. “Y esta situación se repite a menudo”, aclaraba. El problema es que eso duplica el trabajo del profesional de atención primaria y no resuelve la patología.

El portavoz de Málaga Accesible, una asociación que agrupa a más de 70 organizaciones de pacientes, exigía “un plan de choque” que incluya desde la atención primaria hasta la hospitalaria. Porque advertía que el sistema es una cadena en el que cada eslabón es imprescindible para el funcionamiento del conjunto. “Hay un empeoramiento claro de las listas de espera. Hay pacientes desesperados y harán falta meses para volver a la situación previa a la pandemia”, opinaba Alfredo de Pablos.

Profesionales consultados apuntaban que las especialidades con más demoras son las quirúrgicas. Porque con el Covid se destinaron más camas de UCI, espacios y profesionales a la atención urgente de los infectados con el virus. Muchas operaciones no urgentes se aplazaron para destinar áreas con respiradores y plantas de hospitalización a la atención de los afectados por el coronavirus. Así, las operaciones pospuestas se fueron acumulando. “Y yo ahora en consulta puedo ver a dos pacientes más de prisa, pero en un quirófano no se pueden operar a dos pacientes a la vez”, advertía un facultativo.

Sin embargo, gestores consultados destacaron “el esfuerzo” que se está haciendo “sobre todo en quirófanos” para reducir las listas de espera. Detallaban que con turnos de tarde y conciertos con hospitales privados “queda ya muy poco” y este año “acabará mejor que el pasado”.

Un traumatólogo –“defensor a ultranza de la sanidad pública”– reprochaba sin embargo que con los conciertos “se esté empujando a los pacientes a clínicas privadas”. Y afirmaba:“Son cirugías pequeñas, con pocas complicaciones. Eso sí le interesa a las privadas. Pero lo que supone un riesgo, no lo quieren”. Por ello aseguraba que los casos más complejos se acumulan en la sanidad pública. Además, indicaba que los pacientes derivados a conciertos muchas veces quedan en un “limbo” cuando sufren complicaciones.

Las listas de espera varían según los centros, las especialidades e incluso las patologías. Las enfermedades oncológicas y urgentes, así como los procesos protegidos en los decretos de la Junta sobre tiempos máximos de demora se priorizan. “Pero mientras unos se priorizan, otros se eternizan”, matizaba un cirujano. De modo que, tanto antes como después de la pandemia, salen perjudicadas son las revisiones, que suelen tardar más de lo que deben.

“La situación aún no se ha recuperado en comparación con la realidad que había antes del Covid porque los profesionales somos los mismos. Los pacientes estables que se podían diferir se han diferido. Pero ahora que la situación tiende a normalizarse, los pediatras de los centros de salud están empezando a derivar todo lo que no han visto antes”, decía un médico del Materno.

Un ginecólogo admitía “un discreto retraso” en las listas de espera quirúrgica en su hospital de las patologías “benignas demorables”, así como en las revisiones. Aseguraba además que las pacientes con problemas graves “prácticamente” no han sufrido retrasos en su asistencia.

Pero no es la misma realidad que describen algunos médicos de Atención Primaria. Un facultativo de un centro de salud señalaba que en más de una ocasión, si sospechan que un enfermo con dificultades para lograr una cita con un especialista puede sufrir una patología grave, intentan contactar directamente con el hospital para facilitarle ese acceso.

Desde el colectivo ¡Basta Ya! –que agrupa a profesionales de centros de salud– se apunta como una de las soluciones que la Atención Primaria “ocupe el sitio que debería ocupar”, con más médicos de familia y pediatras y mayor acceso a pruebas diagnósticas para aumentar su capacidad resolutiva; lo que se aliviaría a la atención especializada. También se demanda “más tardes de quirófano en los hospitales” y una reordenación del sistema público en su conjunto.

Una médico reprochaba que unos 1.500 contratados de distintas categorías durante la pandemia se hayan quedado en la calle a finales de octubre. Admitía que los presupuestos “son finitos”, pero insistía en que hacen falta recursos porque, recordaba, “todavía queda pandemia...”

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