Las pastelerías artesanas malagueñas siguen notando la crisis económica, como lo demuestra el cierre registrado en 2010, con una disminución en las ventas de hasta el 10 por ciento. La previsión es, incluso, que 2011 "se mantenga en la misma tónica".

De todos modos, Francisco Sánchez, vicepresidente de la Asociación de Pasteleros Artesanos de Málaga, integrada por unos 70 negocios de la provincia, confía en "haber tocado fondo ya" y, aunque no aspira a que haya incrementos en las ventas, "sí, al menos, a que se mantengan los datos y no haya más bajadas porque, llegados a este punto, es muy difícil asumirlas".

En las festividades sí se han mantenido las ventas, ya que "cuando llega una fecha especial parece que la gente hace un esfuerzo para que la familia tenga un producto tradicional en la mesa", como ha indicado a Europa Press Sánchez; sin embargo, "el problema es que en las fechas intermedias el consumo baja". De hecho, ha precisado que septiembre y noviembre fueron "meses muy malos".

Como ha advertido, una bajada del 10 por ciento significa "un perjuicio económico muy significativo" si se tiene en cuenta la amplia plantilla que trabaja en este sector, "dado que nuestros productos son artesanos y, por tanto, nuestro principal valor es la mano de obra".

"Tienes que seguir pagando los mismos sueldos, pero vendes menos", ha apuntado, lo que se ha traducido a lo largo del pasado año en una reducción generalizada de la plantilla, sobre todo en el personal de venta al público.

Este último descenso en las ventas se suma al registrado en 2009 con respecto a 2008 y que hace un acumulado de en torno al 18 por ciento. "En dos años es una bajada muy grande, sobre todo cuando tienes una plantilla tan importante", ha lamentado Sánchez.

Roscón de Reyes

No obstante, la campaña de venta de los tradicionales roscones de Reyes, la mejor época para el sector "con diferencia", se ha cerrado con un incremento del cinco por ciento en la facturación con respecto a 2010, un dato que ha sido valorado por el representante de la Asociación de Pasteleros Artesanos de Málaga, teniendo en cuenta que en el mismo periodo del ejercicio anterior hubo, incluso, un descenso.

Según Sánchez, el año pasado afectó al sector el incremento de las ventas de roscones por parte de supermercados y grandes superficies, posiblemente porque, "debido a la crisis, el cliente optó por un producto más económico"; sin embargo, como ha destacado, "parece que no gustaron mucho y ha vuelto a la pastelería tradicional, que ofrece un mejor producto y una mejor atención".

El principal día de venta del roscón de Reyes es el 5, que "es donde se decide la venta importante", seguido del 4 y, a continuación, del 6. En cuanto a los productos más demandados, siguen siendo el tradicional sin relleno y el que va con nata, ya que los nuevos sabores --turrón, trufa, yema tostada, etcétera-- "nunca alcanzan un volumen importante", ha asegurado.