Un preso de Alhaurín de la Torre que precisó sujeción mecánica hiere a un funcionario cuando lo reducían

Presentaba un fuerte estado de agitación, lo que provocaba problemas de comportamiento y demasiada inestabilidad entre el resto de internos. Tuvo que ser conducido hasta el módulo de aislamiento, pero no resultó tarea fácil. Se resistió en todo momento y, durante el forcejeo, acabó lesionado uno de los funcionarios que intentaba reducirlo. Esa fue la situación a la que este viernes tuvieron que enfrentarse un grupo de trabajadores de la cárcel de Alhaurín de la Torre, según han denunciado desde la asociación Tu Abandono Me Puede Matar.

El relato de los hechos arranca en torno a las 19:00, cuando uno de los reclusos de la prisión pidió asistencia médica. Tras avisarle un funcionario, han indicado las mismas fuentes, de que pronto sería atendido, el interno, presuntamente, comenzó a gritarle e insultarle, lo que generó tensión entre los reclusos que se encontraban allí.

El preso se introdujo en ese momento la mano en el bolsillo con la supuesta intención de sacar un objeto. De ahí que, han señalado desde la citada asociación, los funcionarios se lanzaran sobre él para evitar una posible agresión. Ante la gravedad de los hechos acudieron más trabajadores, que lo trasladaron al módulo de aislamiento como medida de castigo. Además de insultarlos, llegó a advertirles, según la asociación de funcionarios, que tuvieran "cuidado" porque tenía "familiares en la calle".

Durante el recorrido, trató de quitarse los grilletes que le habían colocado ante el "grado de excitación" que presentaba. Tuvo que volver a ser reducido mientras el recluso oponía una fuerte resistencia. Uno de los trabajadores que había intervenido sufrió un esguince en un dedo y una tendinitis traumática en otro.

Cuando el recluso ya se encontraba en el departamento destinado a los más conflictivos, denuncian desde la asociación Tu Abandono Me Puede Matar, se autolesionó y fue atendido en el módulo de Enfermería, donde los médicos advirtieron que se le debía aplicar sujeción mecánica para preservar su integridad física.

Un estatuto de prisiones

Desde el colectivo insisten en la necesidad de contar con un estatuto propio de prisiones dado que, recalcan, los trabajadores "no son funcionarios de oficina". Abogan por una "mesa de negociación diferente" y subrayan que no pueden continuar trabajando "con leyes y medios del siglo XX". "Estamos expuestos continuamente a las agresiones y faltas de respeto. Necesitamos que la administración se siente a negociar porque el día a día se está haciendo insoportable", apostillan.