Mi primer sueldo fue para...

Muchos ya ni recordarán cuando percibieron su primer sueldo, otros aún no han tenido la oportunidad ni de llegar a recibirlo, y habrá quien lo recuerde como si hubiera pasado ayer y sepa exactamente qué hizo con ese dinero. Esto último es justo lo que representan las 14 instalaciones artísticas que se pueden ver en la galería Alfredo Viñas hasta hoy y que retratan las historias de antiguos alumnos de la Universidad Nebrija de Madrid en el momento en que cobraron su primer sueldo.

Los estudiantes de Bellas Artes de la universidad privada han sido los encargados de darle forma a este Museo del Primer Sueldo. El director general de Desarrollo Universitario del centro Nebrija, Juan Antonio Escarabajal, explicó ayer que la muestra se divide en tres grandes bloques que abarcan "historias de agradecimiento, de independencia y de sueños cumplidos". Entre las primeras se encuentran los antiguos alumnos que decidieron recompensar a aquellos que más habían tenido que ver en que llegaran a conseguir ese primer ingreso: los padres y familiares que los apoyaron incondicionalmente en sus años de estudio. En esta sección se puede contemplar un luminoso que representa unas letras chinas, una referencia al viaje que unos de estos ex estudiantes universitarios le regaló a sus padres. Entre las segundas se encuentra una pareja que se independizó de sus padres y empezó una vida en común, que ha sido representada con la cerradura de una puerta a través de la que se observan las imágenes de este cambio. La historia del malagueño Marcos Bort, licenciado en 2008 en Comunicación Audiovisual, forma parte del tercer tipo, de los que realizaron un sueño hasta el momento imposible. Bort adquirió con su primer sueldo una cámara de fotos y las primeras instantáneas son las que se ven a través de una antigua cámara.

"Con esta exposición pretendemos mandar un mensaje de optimismo en estos momentos económicos tan complicados", resumió ayer el director general de Desarrollo Universitario de la Universidad Nebrija, que habló de la importancia de una buena formación porque ésta es, sin duda, la que te lleva a conseguir un buen puesto de trabajo. Una correlación, que Escarabajal aseguró, que tiene también mucho que ver el compromiso de la universidad, de las empresas que mantienen acuerdos con ésta para que los alumnos tengan un primer contacto con el mercado laboral -y en las muchos de ellos acaban obteniendo un puesto de trabajo- y los propios estudiantes, que aportan "sacrificio, esfuerzo y también compromiso".

Esta muestra ha servido también para organizar un encuentro de antiguos alumnos de la Universidad Nebrija, en la que Málaga tiene una importante representación, ya que como recordó el director general de Desarrollo Universitario, son muchos los malagueños que se marchan a Madrid para desarrollar sus estudios en las instalaciones del centro. Una iniciativa que no quedará ahí, sino que este Museo del Primer Sueldo es sólo el primero de los proyectos que la universidad tiene pensado desarrollar en Málaga, en la que tiene previsto estar presente de forma continua.