Málaga

Las primeras manos del Metro

  • César Vaquero es el primer conductor del suburbano malagueño y uno de los responsables de ponerlo a punto antes de su apertura oficial en febrero de 2013

Son ya unos pocos los vecinos de Málaga que han tenido el privilegio de vivir en primera persona el Metro de la ciudad; de notar el leve traqueteo de los vagones, de escuchar el sonido del roce sobre las vías de acero y el soniquete a modo de campana de Semana Santa que informa del inicio del trayecto. Pero sólo una persona puede presumir de ser la primera en ponerse a los mandos del suburbano. César Vaquero puede lucir de por vida el título simbólico de ser el primer conductor del Metro de la ciudad, que si bien no echará a andar comercialmente hasta mediados de febrero de 2013, se prueba así mismo desde hace algunas semanas.

Y es justamente este ejercicio de descubrimiento el que requiere de la experiencia de César y de la empresa a la que pertenece, 2iT Ingeniería, contratada al efecto para probar todos los elementos precisos de los trenes Urbis 3 y su contacto con la infraestructura, con las instalaciones, con la catenaria, con los sistemas de seguridad... No es novato en la tarea, puesto que sus numerosas habilitaciones le han permitido hasta la fecha, por ejemplo, 'inaugurar' también el tranvía de Jaén, entre otras infraestructuras.

"Para mí es un orgullo ser el primer conductor de varias explotaciones, entre ellas la de Málaga y la del sistema tranviario de Jaén, donde tuve la suerte de inaugurarlo", cuenta César en el interior de la cabida donde se localizan todos los mandos de conducción. En ese mismo punto donde él se sienta a diario estuvo el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el pasado 11 de enero, cuando la primera unidad del suburbano empezó a recorrer el túnel de Carretera de Cádiz.

Este operario, que espera poder completar todas las comprobaciones que aún le restan al material móvil, destaca las bondades del tren que funcionará en la ciudad a partir de febrero de 2013. Lejos de hacer comparaciones con otras máquinas, se limita a decir que es "diferente" y que le gusta su conducción.

Una de las primeras sorpresas para los neófitos en la materia es la ausencia de volante. "Lo que tiene es un manipulador de tracción, que es con lo que manejamos la unidad", precisa César, quien apunta con su dedo la existencia de tres pedales, uno de ellos de campana, y otro de especial importancia, con un nombre cuanto menos llamativo 'hombre muerto'. "Es un sistema de seguridad que permite detectar si el conductor está bien físicamente; para ello, tenemos que pisarlo de cuando en cuando, con lo que si el sistema detecta que puede tener algún problema bloquea el movimiento del vehículo", añade.

La seguridad del tren se multiplica con otras herramientas ya previstas para el periodo de explotación comercial. César alude a un sistema de conducción automática "con el que aunque el conductor quiera no podrá superar la velocidad que a través de las balizas instaladas se le indiquen al tren". El ejemplo es claro. "Si voy por una curva limitada a 40 kilómetros, aunque quiera llegar a 50 no podré".

Hasta la fecha el sistema funciona sin problemas, aunque para comprobar que todo va sobre ruedas técnicos de CAF, fabricante de los trenes, "sacan continuamente datos sobre el funcionamiento del sistema". "Ahora lo que estamos haciendo es sobre todo asentar la unidad, el carril, las ruedas...", indica.

La previsión del Metro es que tras estas visitas guiadas de las últimas semanas le sigan, a partir de verano, otras más masivas y ampliadas a más entidades. Para agosto es cuando se calcula que será posible que los trenes realicen a modo de prueba el recorrido completo de la conocida V, uno de cuyos brazos los forma el ramal de Carretera de Cádiz y el otro, el de Teatinos, con él intercambiador de la calle Mendívil como punto de unión.

Los grupos que hasta la fecha han tenido la oportunidad de sentir el Metro tienen un informador de excepción, el propio director del proyecto, Enrique Salvo, que a lo largo de una hora acompaña a los pasajeros noveles en el recorrido que el tren realiza entre las estaciones Palacio de los Deportes y El Torcal. La experiencia permite toparse con la realidad de una infraestructura en la que, una vez culminada, se habrán invertido más de 700 millones de euros y que, se espera, revolucione la forma de entender la movilidad en la ciudad.

Todo es tal cual observarán los viajeros el primer día de funcionamiento real del ferrocarril urbano, que apunta podrá ser o el 16 o el 17 de febrero del año próximo. Eso sí, el recorrido de prueba es sensiblemente más lento que el que tendrá lugar en explotación normal. A menos de 15 kilómetros de media entre las dos paradas, algo más de la mitad del ritmo comercial que tendrán. En el interior de uno de los vagones, llama la atención sobre la posibilidad de permitir a los pasajeros que lleven bicis, aunque sólo en horario de menor intensidad de usuarios y sin obstaculizar la presencia de personas con movilidad reducida.

Salvo explica con detalle cómo la frecuencia de los trenes será de 4 minutos en hora punta, descendiendo a los 6 en el resto de la jornada. En el interior de la estación Palacio de los Deportes destaca cómo en momentos de gran afluencia, caso de espectáculos musicales o eventos deportivos, se pondrán en servicio composiciones dobles (dos trenes juntos), lo que permitirá mover a 10.000 pasajeros en una hora.

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