Radiografía de Los Asperones de Málaga: el 72% de sus viviendas no son habitables, según un estudio de Cruz Roja

Casi tres cuartas partes de las viviendas de Los Asperones (el 72%) no se pueden considerar habitables. Hay un 82% de tasa de paro, con una población que en su mayoría está formada por niños y adolescentes, y una alta dependencia institucional, con una fuerte presencia de la economía sumergida. Una de cada cuatro personas es perceptora de prestaciones económicas, y un elevado porcentaje de la población presenta ansiedad o depresión diagnosticadas. Con todo esto, el 89% de las personas de más de 16 años que viven en este núcleo desean poder trasladarse fuera de allí, a un entorno normalizado.

Son algunas de las conclusiones que muestra el estudio elaborado por Cruz Roja para la Junta de Andalucía. Es el enésimo informe que viene a alertar de la pobreza estructural que padece este asentamiento, creado en los extramuros de la ciudad a finales de los años ochenta, en teoría como algo provisional, a raíz de un plan para erradicar el chabolismo. Casi cuatro décadas después, ahí sigue. Ninguno de los planes para hacer efectivo su desmantelamiento ha llegado a pasar de los papeles.

El documento deja claro, además, que la solución a este problema de infravivienda y exclusión social no se solventa con un simple cambio de residencia. Es decir, no se trata de desmantelar y trasladar a las personas a otras casas o pisos, como se ha venido interpretando históricamente, sino que la gran mayoría de los residentes requieren de una intervención social intensa y de mediana duración o prolongada, que atienda casos individualizados.

Esto quiere decir que se precisa la tutela de las administraciones para orientar a las familias en la búsqueda de nuevos hogares, trabajo y formación, a la vez que deben contar con asistencia social para propiciar su vinculación con los centros educativos y sanitarios, dos pilares fundamentales para el desarrollo y bienestar de las familias.

Otros de los principales resultados obtenidos se refieren al empleo, con una tasa de paro que alcanza el 82%. Destaca también el porcentaje de población menor de 16 años (34,45%) y que el 37% está escolarizada (319), aunque sólo dos personas están en Bachillerato o haciendo un grado universitario.

El estudio refleja también que las mujeres constituyen la mayoría de las titulares del Ingreso Mínimo Vital (72,38%), lo que subraya la feminización de la pobreza en el asentamiento. La estructura demográfica presenta una pirámide joven, con escasa presencia de personas mayores.

Por otro lado, entre las enfermedades crónicas más frecuentes destacan la diabetes mellitus y el asma, patologías que guardan relación con la exposición a humos procedentes de la quema de neumáticos y chatarra, actividad habitual en el entorno. Asimismo, el 16% de las personas tienen una discapacidad reconocida; y que el 12% presenta algún tipo de enfermedad mental diagnosticada, de lo que en un 46% es ansiedad o depresión.

1.106 personas viven en Los Asperones

Se calcula que en la actualidad residen en Los Asperones 1.106 personas, frente a las 140 familias que había cuando se creó el asentamiento en 1987. Del total de vecinos, han participado de forma voluntaria en el estudio 865 (el 84%). El objetivo del estudio encargado a Cruz Roja en octubre de 2024, y que ha sido dado a conocer este martes, era fijar las líneas a seguir para lograr la inclusión social de las personas que viven en este núcleo chabolista. La intención es hacerlo de forma progresiva en los próximos años, según ha informado la Junta.

Dicho estudio ha constatado, en función de otro tipo de informes elaborados anteriormente, sobre todo municipales, que las familias que aquí conviven no se han incrementado en los últimos años e, incluso, hay dos unidades familiares menos instaladas en la zona.

Respecto al tiempo que podrían necesitar para completar un itinerario de inclusión social, es decir, para salir de la barriada e instalarse en otra zona de la ciudad, el informe de Cruz Roja estima que el 87% de las familias están predispuestas a la inclusión con diferentes gradaciones. Así, de estos, un 19% son hogares con estabilidad básica y más idoneidad para al cambio, que podrían cumplir el itinerario en menos de tres meses. Otro 68% de ellas requiere un acompañamiento social y apoyo sostenido en el tiempo, con un proceso no inferior a los seis meses; y el 13% restante precisaría una mayor atención, mediante procesos integrales dirigidos a superar situaciones estructurales de exclusión.

En concreto, el trabajo de Cruz Roja ha consistido en recopilar todos los datos de carácter personal de los habitantes de la zona, con los que se ha elaborado una radiografía fiel de su situación socioeconómica, sanitaria, educativa y de empleo, así como los modos de vida, hábitos y tipologías de vivienda. La finalidad ha sido organizar y jerarquizar las necesidades de las personas y unidades de convivencia residentes en Los Asperones, con el fin de orientar las intervenciones hacia su integración social de manera gradual y realista, según han explicado en una nota.

Así, el informe se ha nutrido de entrevistas directas y voluntarias con los residentes de la barriada, así como de información aportada por las distintas administraciones con las que interactúan, cuyos datos han permitido establecer los grados de idoneidad en la ruta de inclusión, basándose en un análisis de riesgo social y en la capacidad y disposición de cada persona o familia para iniciar el proceso.

Las conclusiones del estudio han sido analizadas este martes en una reunión entre la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Patricia Navarro, y los concejales del Ayuntamiento de Málaga de Vivienda y Regeneración Urbana, Francisco Pomares; y de Derechos Sociales, Diversidad, Igualdad y Accesibilidad, Francisco Cantos, junto a las delegadas territoriales de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, María Rosa Morales; y de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad, Ruth Sarabia, y la coordinadora del Plan de Asperones, Marina García.