Medio Ambiente

¿La solución a la basura en el Centro?

  • Madrid y Barcelona apuestan por la recogida puerta a puerta Bilbao, al igual que Málaga, opta por contenedores. Sevilla combina los dos.

El Ayuntamiento de Málaga vuelve a rescatar la idea de multar como solución a los contenedores desbordados en los aledaños de las principales calles del centro histórico, una imagen que se repite a lo largo de cada jornada. La mayoría de los residuos acumulados provienen de la hostelería y los comercios, por lo que tras varias semanas de análisis y propuestas regresa la idea lanzada en verano, con la salvedad de que se amplía el horario nocturno de recogida -de las 23:00 a las 00:30-. El objetivo: depositar la basura dentro de los contenedores y en las horas fijadas. La medida de sancionar a los camareros y trabajadores de la zona que no cumplieran la normativa se lanzó en pleno verano, justo antes de la Feria de agosto. La polémica generada, con amenaza de huelga incluida, hizo que el alcalde de la capital, Francisco de la Torre, diera marcha atrás, y se optó por sancionar a los propietarios del negocio, lo que tampoco acabó por ocurrir. Entretanto salían a la luz informes municipales en los que se alertaba de que los contenedores soterrados del centro no tienen capacidad para asumir el volumen generado por los negocios hosteleros, que por otro lado crecen de manera exponencial. Y hasta se ha llegado a hablar de la posibilidad de exigir a los nuevos locales que incluyan un cuarto de basuras. Pero, ¿dónde se encuentra la solución a los problemas de basura del casco histórico?

El área de Medio Ambiente realizó este verano un tour por diferentes ciudades españolas con el objetivo de analizar diferentes fórmulas de gestión del servicio de limpieza. En la capital el no poco polémico modelo privado-público tiene fecha de caducidad, por lo que el Ayuntamiento está barajando todas las opciones posibles para mejorar el servicio que presta. Entre los puntos a observar en esas visitas estaba el que se ha convertido en toda una jaqueca para el equipo de gobierno, la recogida de residuos en el centro histórico. Desde Málaga Hoy hemos salido a preguntar a cuatro capitales de provincia cómo gestionan los residuos en sus centros históricos o en zonas de especial concentración comercial y hostelera y la principal diferencia radica en la recogida puerta a puerta. Madrid y Barcelona lo tienen planteado de esta manera, mientras que Bilbao, al igual que Málaga, opta por que los negocios compartan contenedores con los residentes, aunque en esta ciudad no parece que se estén acumulando los problemas, al menos a niveles equiparables a los de la capital. Sevilla, por su parte, combina ambos sistemas.

Málaga plantea recogida puerta a puerta para los negocios del centro histórico únicamente para papel y cartón y para vidrio. Lo realizan dos empresas privadas con las que el Ayuntamiento ha llegado a un acuerdo. Para la basura orgánica y los envases, los locales comparten contenedores con los residentes. De acuerdo con los datos manejados por Medio Ambiente, el 85% de las cerca de 50 toneladas diarias de basura que se producen en el Centro de lunes a viernes procede de la hostelería y las tiendas, lo que pone de relieve la insuficiente capacidad de la infraestructura actual para absorber la basura producida. El dato no tiene en cuenta los fines de semana, cuando esas toneladas crecen por la mayor afluencia de personas. Los propios estudios del área de Medio Ambiente confirman la existencia de un déficit considerable entre la capacidad de los depósitos distribuidos por esta parte de la urbe y la generación de residuos. "Los esfuerzos realizados no han dado el resultado acorde al crecimiento exponencial que ha sufrido el centro en cuanto a establecimientos de negocios de hostelería", constatan los propios técnicos municipales, que proponen incrementar los contenedores soterrados en 152 (en la actualidad hay algo menos de 100). Por el momento lo que existe es una combinación entre contenedores soterrados y en superficie en los que los negocios deben depositar las bolsas de residuos orgánicos según la franja horaria fijada -de 9:00 a 23:00, en el caso de los depósitos bajo el suelo, y de 21:00 a 23:00 para los otros-. La realidad a la que está llevado este sistema es a unos contenedores a pie de calle colmados de basura desde por la mañana, aunque los soterrados no alcancen a la misma hora ni un cuarto de su capacidad. Porque se añade un problema más: el tamaño de las bolsas de basura que provienen de bares, restaurantes y comercios dificulta su introducción en los buzones de depósitos soterrados. Lo que acaba provocando que la opción del contenedor en superficie sea la más utilizada, independientemente de la hora en la que se depositen lo residuos.

El sistema empleado en la ciudad condal ha sido mirado ya con cierto interés desde capital de la Costa del Sol. Lo aplica en las zonas de especial concentración comercial y hostelera -asimilable a lo que es el centro histórico- y contempla la recogida de residuos puerta a puerta para negocios que generen más de 120 litros al día de residuos, poco más de la capacidad de un contenedor tipo que alberga cualquier restaurante o cafetería. Desde el Ayuntamiento de Barcelona explican que en estas zonas con circuitos específicos de recogida los únicos locales que comparten contenedores con los residentes son los que generan basuras por debajo de esa cifra, ya sea orgánica, de papel o de vidrio. Desde los 120 litros por día y hasta los 900 disponen de un sistema de recogida puerta a puerta. Los cubos deben estar dentro del establecimiento hasta la franja horaria fijada para la recogida y han de estar diferenciados según el tipo de residuo que alberguen. En el caso de la hostelería, los negocios están obligados a separar los residuos orgánicos, el papel y cartón, los envases y los residuos de rechazo -no orgánica, pero tampoco reciclable-. El funcionamiento se asemeja bastante a la propuesta realizada primero por los vecinos del centro histórico de Málaga y recientemente asimilada por el propio Ayuntamiento para que los bares y restaurantes estén obligados a dedicar y habilitar una estancia para acumular basura hasta la recogida, aunque la propuesta municipal pasaba por exigirlo únicamente a los nuevos negocios. Las cuotas o tasas que cada negocio ha de abonar dependen igualmente del volumen de basura que genere. Hasta los 900 litros el pago se realiza con una periodicidad anual y en el caso de la hostelería el precio va de los 400 a los casi 1.000 euros, más IVA.

La capital de España también tiene planteada la recogida de basura orgánica puerta a puerta, independientemente de la cantidad generada al día. El Ayuntamiento, explican fuentes del mismo consultadas por este periódico, entrega a cada uno de los negocios y comunidades de vecinos cubos normalizados con capacidad para entre 140 y 360 litros y son los empleados o propietarios quienes se encargan de sacarlos a la vía pública en el horario de recogida, que en el caso del centro histórico es nocturno. En lo que se refiere a envases, papel y vidrio, los contenedores instalados en la calle dan servicio conjunto a todos los usuarios, tanto a hostelería y comercio, como a vecinos. Pero además existe un sistema de recogida de cartón puerta a puerta prestado por los servicios de limpieza en las zonas comerciales. Y en el caso del vidrio, a los hosteleros se les dota al igual que para la basura orgánica, con cubos individuales específicos de 90 litros para depositar los envases de vidrio, y poder transportarlos hasta el contenedor de las inmediaciones, que está acondicionado para acoplar el cubo y vaciarlo. En su ordenanza figura la obligación de que los edificios de nueva construcción dispongan de un local específico para el almacenamiento de residuos hasta su retirada por los servicios municipales. Los negocios instalados en un inmueble donde diariamente se produzca un volumen diario de residuos superior a 240 litros, deben disponer de local propio para los residuos y de no ser así podrán hacer uso del local del inmueble.

En el casco histórico y zonas de especial concentración de hostelería de Bilbao, existe, al igual que en a capital de la Costa del Sol, un servicio de recogida puerta a puerta de cartón y vidrio, para los comercios, bares y restaurantes. Los residuos orgánicos, comentan desde su Ayuntamiento, se depositan en los contenedores instalados en la vía pública, donde también se encuentran los contenedores de reciclaje para el papel, vidrio y plásticos. Los negocios comparten los depósitos con los residentes.

El Ayuntamiento de Sevilla realiza la recogida de los residuos en su casco histórico con un sistema combinado en el que existen contenedores -soterrados y en superficie- y recogida puerta a puerta. Además en el subsuelo también cuentan en esta zona de la ciudad con recogida neumática de residuos, que conlleva 39 buzones para el deposito de las bolsas, una red de tuberías de 3 kilómetros por la que discurren y 6 puntos de recogida. Esto último sería del todo improbable en la capital malagueña, por las ruinas que discurren bajo la zona antigua y que afloran con cada pequeña excavación que se acomete. Cuando se utiliza el sistema recogida puerta a puerta los cubos deben permanecer en el interior del establecimiento hasta el cierre del establecimiento, que será cuando lo dejen fuera para su recogida. Al igual que en Málaga, gracias a convenios con dos empresas, se promueve también la recogida puerta a puerta de cartón y vidrio, aparte de otra para aceite usado, aunque también pueden utilizar los contenedores habilitados en la zona.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios