Málaga

Un taller para aprender a cuidar

  • El Clínico organiza un foro para enseñar a cuidadoras a tratar a un familiar enfermo

Cómo hacer una cama si el enfermo no puede levantarse? ¿Cómo movilizarlo sin que la cuidadora se destroce la espalda? ¿Cómo evitar las úlceras que se forman cuando un paciente lleva varios meses encamado? Estas son las preguntas más frecuentes que se hace cualquier cuidadora.

El Hospital Clínico organizó ayer el primer taller celebrado en Málaga para enseñar a cuidar. El afecto por la persona enferma es clave para garantizar una buena atención, pero no siempre es suficiente. Hay que saber cómo hacerlo. Y también hay que saber cuidarse, porque si no la entrega pasa factura en forma de ansiedad, depresión o dolencias de espalda. De eso se habló ayer en la jornada a la que asistieron unos 30 participantes. Todas las cuidadoras eran mujeres.

La directora de Enfermería del Clínico, Inmaculada Martínez, hizo un balance positivo de la actividad: “Estoy muy satisfecha con esta jornada. Es una forma de regular la formación para el cuidado en domicilio. Un paso importante para darles seguridad a las cuidadoras. Este taller será el punto de partida”. Martínez precisó que en el futuro se harán talleres de grupos más pequeños y organizados por patología para dar una formación más específica.  

La iniciativa de estas actividades parte de la Consejería de Salud y se coordina a través de la Escuela de Salud Pública. La idea es continuar desarrollando esta formación y aprovechar los periodos de hospitalización de un paciente para preparar a su cuidador en el mismo centro sanitario.

Ayer, tras el encuentro, los profesionales sanitarios entregaron a las cuidadoras una guía informativa y un DVD con consejos para que atiendan mejor a su familiar  y se cuiden mejor a sí mismas. Estos materiales didácticos contienen información sobre prevención de úlceras, control de las infecciones, movilización, alimentación, higiene, medicación, cuidados respiratorios. Apartados que sirven al cuidador a atender al enfermo.

Pero también se incluyen consejos para velar por su propia salud, reforzar su autoestima, implicar al resto de la familia en los cuidados, relajación y hasta gestión de los sentimientos. Y es que los efectos del rol de cuidador no sólo se amontonan en la espalda. También hay casos en los que aparecen ansiedad, depresión o insomnio. Ayudar a sobrellevar ese papel, con apoyo tanto técnico como emocional, fue el objetivo del encuentro.

El material suministrado a las cuidadoras incluye además un  apartado de recursos en el que se detallan ayudas directas, subvenciones, así como programas de apoyo al cuidador. Además, la Escuela de Salud Pública tiene información en su página web para que estas personas aprendan a cuidar mejor de su ser querido y también de sí mismas.

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