Intervención judicial

Intenso día del administrador y su equipo en La Rosaleda

  • José María Muñoz y su grupo de colaboradores trabajan desde el primer día a destajo en las instalaciones del club

Intenso día del administrador y su equipo en La Rosaleda / Javier Albiñana

Es viernes, pero el fin de semana parece de trabajo arduo para José María Muñoz en su primer día como administrador judicial del Málaga. Comenzaba pronto, a primera hora, cuando en el juzgado tomaba los poderes para comenzar oficialmente la intervención del club decretada por la jueza Ruiz González. Acompañado por la secretaria judicial y su equipo de colaboradores, su primera medida fue expulsar de La Rosaleda a Richard Shaheen.

Después, hubo reunión con los capitanes y el técnico, una vez terminó el entrenamiento del equipo, que sigue preparando el partido de este domingo contra el Racing, para que el que se prevé un entrada tremenda, una vez se agotó el papel. Después de salir para un receso a las 16:15 horas de La Rosaleda, la comitiva con Muñoz y sus colaboradores regresó a La Rosaleda, el que será su hogar en los próximos meses, para tomar sus coches y marcharse con nuevo destino.

Los empleados de responsabilidad de la entidad quedan relevados actualmente de los puestos que ocupan y Muñoz Jiménez podrá decidir quién es válido para continuar ejerciendo su labor. "Se producirá la remoción de todos los miembros del Consejo de Administración- incluído el Presidente querellado y Secretario no Consejero, tanto de la entidad Málaga Club de Fútbol Sociedad Anónima Deportiva, como de la entidad Nas Football SLU, así como los testaferros y apoderados de aquellos, salvo que otra cosa se considerara procedente por el Administrador Judicial", decía el auto.

Y ejecutó Muñoz a la figura de Richard Shaheen, como elemento más significativo, el último director general nombrado por Al-Thani. El directivo estadounidense abandonó La Rosaleda en taxi, después de que pidiera que el chófer que habitualmente le ha servido le llevara. Se le comunicó que ya no hace uso y disfrute de nada que sufrague el club. De hecho, tenía dos chóferes a su disposición, obviamente a cargo de la entidad.

Muñoz Jiménez tomó posesión pese a que los abogados de Al-Thani solicitan que se suspendan las medidas. "Los recursos de apelación no tienen efectos suspensivos en lo que respecta a la ejecución de ambas medidas cautelares", admitían en su propia nota los responsables de Baker McKenzie, bufete al que se ha encomendado Al-Thani.

Ahora, por delante, una ardua labor para Muñoz y sus colaboradores. Tendrán que poner orden al aparente dislate de las cuentas del club. Su margen de actuación no es muy amplio, pero seguramente tendrán que levantar alfombras. Hay indicios de actividad ilegal en el club por parte de los Al-Thani. No hay que olvidar que también se hacen cargo de NAS, la presunta empresa pantalla creado por el jeque y su familia para desviar fondos.

Muños y su equipo, pues, trabajan para elaborar ese primer informe que debe presentar en un mes, según precisó la jueza en el auto, sobre la situación económica del Málaga, para comprobar la viabilidad del club. No hay tiempo que perder.

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