La convocatoria del entrenador del Málaga,  Sergio Pellicer para el envite frente al Racing de Santander tenía a 19 nombres. Uno de ellos, el delantero de la cantera Antoñín, casi indispensable en las participaciones de los blanquiazules en los últimos meses. El jugador que se entrenó durante la semana con normalidad estuvo en el punto de mira de varios equipos en el mercado de invierno pero parece que es ahora cuando cambiará de aires después de que el Granada se fijase en él para suplir una de sus bajas de larga duración. De esta manera, el acuerdo entre clubes sería cercano a la cláusula de rescisión del jugador (tres millones de euros) pero serían las variables por el rendimiento del punta y las cifras que recibirían los blanquiazules por un futuro traspaso del jugador las que harían la operación más provechosas para el Málaga.

De confirmarse la operación, los blanquiazules no sólo perderían a un jugador importante de su plantel, también a un efectivo que supuso el último movimiento de todos los que se hicieron en la venana invernal de refuerzos. El jugador fue dado de alta como miembro del primer equipo -tenía ficha del filial durante el arranque de la campaña- y renovado. Este pequeño hecho le daba al entrenador de los malacitanos la posibilidad de contar con un canterano más para las alineaciones, algo muy necesario en la situación actual de fichas profesionales del equipo malacitano. Su marcha servirá para que amainen los problemas económicos, pero aleja de La Rosaleda a uno de los jugadores con más proyección y repercusión en el juego de esta temporada.