El juzgado de lo Social número 9 ha asistido este martes a una jornada maratoniana debido a la causa por despido improcedente interpuesta por el anterior director general del Málaga C. F., Vicente Casado. Con múltiples testigos y actores de la escena malaguista, el exdirigente y el club han expuesto una serie de acusaciones que han convertido el encuentro en un intercambio de trapos sucios.

Los abogados que representaban al Málaga, con Pedro González Segura a la cabeza, han arremetido contra la gestión de Casado, del que censuraron su subida de sueldo e imposición de bonus en un momento de recesión mientras paralelamente pedía a jugadores y directivos que redujeran sus emolumentos. También le afearon la actuación con la venta de parte de los derechos de algunos jugadores a un fonde de inversión. Ante las acusaciones, el letrado de Casado argumentó que cualquier determinación siempre fue tomada con el visto bueno de Moayad Shatat, vicepresidente y apoderado del jeque Al-Thani. El propio Shatat estuvo en la sala, aunque tuvo que irse antes de declarar.

La defensa de Casado sentó en el banquillo a los hijos y consejeros del jeque, Nasser y Nayef. El menor declaró por poco tiempo asegurando que en todo momento se encontraba fuera de España durante la etapa a debate a pesar de su rol en el organigrama de la entidad. Por su parte, Nasser tuvo que responder a serias acusaciones, como una serie de facturas presentadas a su nombre relativas a gastos en vehículos de alta gama y gastos "desorbitados" en hoteles o movimientos en avión. El joven vicepresidente ha admitido su estancia en dichos establecimientos aunque ha negado los gastos puestos en su haber.

Por la sala han desfilado también testigos como Daniel Pastor, que vela por el cumplimiento de los pagos concursales, o el anterior director deportivo, Mario Husillos. El juicio se ha prolongado tanto que la juez ha tenido que obviar la fase de conclusiones para no demorar la vista. Estas tendrán que ser remitidas por escrito a lo largo de los próximos tres días hábiles por las dos partes. El juicio ha quedado visto para sentencia.