Después de consumarse el descenso matemático del Málaga a Primera RFEF, la Federación de Peñas Malaguistas envió a los medios de comunicación un texto acerca de la situación actual del club y del equipo.

Comunicado de la FPM

¡Ahora sí! Para nuestra desgracia, la virtualidad del descenso del Málaga CF a los infiernos de la 1ª RFEF es una realidad. Hemos esperado a que las matemáticas lo certificaran, agarrándonos a la más ínfima probabilidad del milagro.

¿Culpables?... Muchos. Cuando se fracasa a nivel colectivo no se puede focalizar en nadie en concreto, ya que la culpa hay que repartirla entre todos, aunque eso sí, en el reparto de responsabilidades no puede haber un porcentaje equitativo.

Los principales culpables del desastre son los futbolistas, esos que casi nunca han dado la talla en el desarrollo de su profesión, bien por falta de capacidad, bien por, lo que es peor aún, desidia, e incluso los que siendo conscientes de que si la cosa iba mal, buscarían seguir viviendo del cuento en otro club. Toda generalización acarrea injusticias y ahí cada cual es libre de 'salvar' a quién crea conveniente, pero si hablamos de una plantilla el fracaso es de TODOS.

Por otro lado, la responsabilidad principal, como ocurre en cualquier estamento de la vida, debe ser de la cabeza visible del club, que a fin de cuentas es quien toma las decisiones, en este caso el Administrador Judicial y los responsables de los distintos departamentos que componen el organigrama ejecutivo. Desgraciadamente, los damnificados serán los muchos 'trabajadores de a pie' que tendrán que engrosar las listas del paro.

Empecinarse en mantener a un Director Deportivo, cuyo mérito la temporada anterior fue el demérito de otros clubes y ‘vendernos’ que se había cumplido el objetivo es, cuando menos, indignante, tras el paso de cinco entrenadores en dos temporadas. Cierto es, que el fútbol no tiene memoria y que con menos mimbres deportivos y económicos hizo un trabajo digno con anterioridad. Al César lo que es del César.

Tampoco podemos olvidarnos, aunque la justicia tenga sus plazos, de la excesiva pasividad para tomar resoluciones en los contenciosos que afectan al Málaga CF, dejando al club en una situación que imposibilita su crecimiento y desde aquí rogamos encarecidamente que, de una vez por todas, se actúe con la máxima celeridad.

Podríamos profundizar y seguir buscando culpables, señalando con nombres y apellidos, pero seguramente podríamos equivocarnos, marcando a quien no lo merece u obviar a alguno que sí, porque como dice el dicho: De fútbol y de medicina, todo el mundo opina.

Ahora pasemos al futuro inmediato, que ya es presente. Nuestra razón de ser es la de defender unos colores y un escudo, en definitiva un sentimiento transmitido de padres a hijos durante generaciones. La mejor afición del mundo, la malaguista, debe ser la que reconduzca a nuestro Málaga CF al lugar que se merece, que no es la segunda categoría del fútbol español, sino la Primera División, pero desgraciadamente, los pasos hay que darlos de uno en uno y ahora toca remar, unidos, en el barco que nos devuelva al fútbol profesional.

Tenemos que demostrarnos, a nosotros mismos, que lo único que no ha fallado este año, ni ninguno, es la AFICIÓN y corroborarlo creciendo en número de abonados que convierta nuestra Rosaleda en una caldera.

Sabemos que es muy duro el trance que atravesamos pero 'NUNCA LA NOCHE ES MÁS OSCURA QUE MOMENTOS ANTES DE AMANECER'

Ahora más que nunca ¡TE QUIERO MÁLAGA! ¡Vamos MÁLAGA! ¡VOLVEREMOS!