La Academia es uno de los pilares fundamentales del Málaga. Ya pasaron los tiempos en los que el impulso económico y la pericia de Manel Casanova llevaron al club a tener una de las mejores canteras de España y que todavía está dando importantes rentas. Pero hubo un antes y también habrá un después. Y el primer después es ahora, con Manolo Gaspar al frente del área deportiva. Tiene claro cuál debe ser el mantra único de la base: la formación.

“Con la cantera estoy contento porque también ha habido que hacer bastantes reajustes en todas las parcelas: cuerpo técnico, plantillas, residencia, todo lo que conlleva... Estoy contento, hay buenos cuerpos técnicos, en el filial, en el femenino con Nati Gutiérrez, Iznata, Duda... Hay buen equipo, buena comunicación. Los resultados vendrán o no vendrán, pero el mensaje a toda la cantera ha sido formación. Los resultados llegarán si hay una buena formación. Queremos jugadores para el primer equipo con los conceptos claros de lo que Pellicer necesita. No puede llegarle un jugador de cantera sin conceptos claros. Tienen que llegar siendo hombres, tienen una oportunidad importante para llegar y tocar el equipo por su calidad, siempre sin regalar nada”.

También explicó porqué se dejó el caso de Juande –ejemplo para canteranos como Ismael Casas o Ramón– para el final: “Eso es parte de la estrategia que teníamos desde el primer minuto Juande estaba tranquilo, se le dijo desde el primer momento. La renovación era parte de la estrategia, el puzle que se hace de manera financiera y deportiva. En ese aspecto tranquilos, era cuestión de tiempo, Juande tenía que tener ficha profesional y así ha sido”.

Sobre la construcción de La Academia de Arraijanal, que todavía sigue con su solitario esqueleto en mitad de los terrenos destinados a ello: “De la ciudad deportiva no soy yo quien tiene que contestar”.