El Málaga tiene que romper algunos patrones para arreglar, empezando por Valladolid, la avería que sufre fuera de La Rosaleda. Como un niño desamparado lejos del hogar, el conjunto blanquiazul no es tan fiero, ni equilibrado, ni atrevido. Dice José Alberto López que tampoco termina de comprender por qué hay dos versiones de su equipo cuando él prepara exactamente igual cada cita. Añade también que el factor público se está dejando notar después del frío de la pandemia.

Los números no mienten. El Málaga en casa sólo cedió el empate de la primera jornada ante el Mirandés y luego lo ha ganado todo sin recibir un solo tanto en contra. Pero la paga que le da la abuela Rosaleda se dilapida y con intereses cuando pasea por otras ciudades. En todos ha recibido dos goles como poco: Ibiza, Almería, Ponferrada, Gijón. 11 contra 11, 10 contra 11, 11 contra 10. Jugando bien, jugando mal. Alternando sensaciones con su anfitrión...

Le falta pegada, en general, al equipo, pero fuera de casa la situación se acentúa porque encima no es sólido ni fiable. Así que si te falta gol tienes que asegurarte de no encajar para tener alguna opción mínima de triunfo.

Quizás Valladolid sea el kilómetro cero. Los pucelanos, desde luego, cuentan con un abanico importante de ausencias entre lesionados e internacionales. Pero puede llorar por un ojo Pacheta, cuyo fondo de armario es más que interesante.

En el Málaga hay también bajas serias. Se queda sin un bastión como Luis Muñoz para todo el curso y por otras circunstancias sin el internacional sub 21 Víctor Gómez (hay dudas sobre si jugará Calero o Casas por él) y sin Sekou. Al punta, cedido por el Valladolid, se le aplica la cláusula del miedo. A cambio, José Alberto ha querido llevarse a Pablo Chavarría en la expedición. El argentino está muy lejos de su mejor forma, pero a nivel mental esto supone un avance gigantesco.

Por lo demás, la vuelta de Escassi tras cumplir su sanción siembra también alguna duda. Ante el Fuenla funcionó bien el Málaga con Genaro, Ramón y Jozabed. Ejercicio de gestión para el técnico asturiano, que debe manejar con cuidado este tipo de decisiones.