No ha salido del todo mal parado Luis Muñoz después de la doble amarilla que le costó la expulsión ante el Albacete en la pasada jornada en el Carlos Belmonte por protestas al colegiado Trujillo Suárez cuando los suyos acababan de levantar un 1-0. El capitán del Málaga ha sido castigado por el Comité de Competición con un partido de suspensión en virtud a lo que establece el artículo 120. Además se mantiene como apercibido junto a Aleix Febas, Loren y Javi Jiménez.

Muñoz no podrá jugar ante el Zaragoza, un encuentro para el que todavía continúa sancionado Esteban Burgos, que recibió dos partidos de castigo tras su expulsión contra el Real Oviedo. Pero esa es la sanción que le impone el Comité de Competición, otra cosa es lo que decida el club, tal y como avisó el director general de la entidad de Martiricos, Kike Pérez.

"El fútbol es una familia, dentro de la familia se lavan los trapos sucios. Son cosas internas que, efectivamente, lo trataremos. Hay poco que decir, por supuesto que se aplicará el código interno, hay un régimen interno en todos los equipos y todo está parametrizado. El daño al resto de los compañeros y al club es grande. Sea el minuto que sea es importante. Más dolido que estaba él después del partido... Imaginaos cómo estaba, devastado", comentó Pérez.

El propio jugador pidió disculpas públicas: "Después de haber pasado unas horas tras el partido, sigo sin quitarme de la cabeza lo que ha ocurrido hoy y quiero pedir disculpas. A mis compañeros, al cuerpo técnico, al club y a todos los aficionados que son el verdadero corazón de esta entidad. Todos sabemos que las emociones aumentan una vez metidos de lleno en el terreno de juego y aunque esto no justifique lo de hoy, a veces en el campo uno piensa más con el corazón que con la cabeza. Soy el primero que está sufriendo la situación actual del equipo, siendo de Málaga, malaguista y en el club de mi vida".