Málaga C.F.

Las lamentaciones de Luis Muñoz

Momento en el que expulsan a Luis Muñoz.

Momento en el que expulsan a Luis Muñoz. / La Otra Foto

El Málaga CF volvió a regresar con las manos vacías de una de sus salidas y perdiendo una nueva bala de las pocas que quedan en la recámara para intentar salvar esta situación, la cual cada jornada se complica un poco más. Aunque lo peor del partido fue que el conjunto de Pellicer lo tenía todo de cara, más aún después de remontar el tanto inicial del Albacete y sobrevivir al arreón inicial de los locales, quienes pudieron colocarse 2-0. A pesar de todo eso, los blanquiazules tiraron, se podría decir que por primera vez esta temporada, de orgullo, garra y corazón para darle la vuelta al electrónico y gracias a los tantos de Lago Junior y Fran Sol, ambos de cabeza en dos jugadas a balón parado, conseguir la remontada de forma momentánea. Sin embargo, todo parecía muy tranquilo, algo raro esta campaña en los partidos del equipo de Martiricos... dicho y hecho, todo cambió en el minuto 35, cuando el capitán Luis Muñoz cometió un error infantil para la situación en la que se encuentra su equipo.

Así es el fútbol, en un fatídico minuto dos imprecisiones del jugador de Nueva Málaga lo mandaron a la caseta antes de tiempo y permitió al Albacete remontar ante un Málaga que terminó muerto, debido al desgaste físico.  Según redactó el colegiado tinerfeño Daniel Jesús Trujillo Suarez, quien quizás también le faltó algo de tacto, la primera cartulina fue por "retrasar la puesta en juego del balón, con ánimo de perder tiempo", mientras que la segunda, acto seguido, se la mostró por "hacer observaciones de orden técnico a una de mis decisiones". De esa forma tuvo que aguantar el Málaga 55 minutos en el Carlos Belmonte con uno menos. Segunda jornada viendo una cartulina roja de forma gratuita por un error propio, aunque esta vez estando por delante. Algo que no se termina de entender y que facilitó la victoria rival. Lo malo es que la permanencia se sigue alejando, ahora a seis puntos. Normal que la afición que se chupó 10 horas de carretera para ir a ver a los suyos estallase tras el pitido final.

A través de sus redes sociales, el 8 blanquiazul pidió perdón por su calentón: "Después de haber pasado unas horas tras el partido, sigo sin quitarme de la cabeza lo que ha ocurrido hoy y quiero pedir disculpas. A mis compañeros, al cuerpo técnico, al club y a todos los aficionados que son el verdadero corazón de esta entidad. Todos sabemos que las emociones aumentan una vez metidos de lleno en el terreno de juego y aunque esto no justifique lo de hoy, a veces en el campo uno piensa más con el corazón que con la cabeza. Soy el primero que está sufriendo la situación actual del equipo, siendo de Málaga, malaguista y en el club de mi vida". Por desgracia llegan tarde y no servirán de nada, ya que no estará ante el Zaragoza el lunes 20 de febrero a las 21:00 horas en La Rosaleda.

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