La permanencia se ha convertido en el único punto de interés en estos momentos del Málaga. Los últimos resultados tras el confinamiento han supuesto un frenazo en la tabla que ha permitido que rivales antes parejos en puntos ahora puedan permitirse el lujo de mirar al equipo por el retrovisor con un margen amplio de cinco puntos. Esta jornada 36, la primera de las siete finales que restan, se antoja como un peaje capital para los intereses del club. Son más que tres puntos lo que tiene en juego el equipo este domingo ante el Girona.

Pensar en el duelo ante el Girona como un escenario con solo tres puntos en juego sería un error por parte del cuerpo técnico y plantilla. Hay más que una victoria, un empate o una derrota –incluso mucho más de esto último–. El equipo, al menos esta jornada, está exento de la posibilidad de asomarse a la zona de descenso y dormir en ella. No hay combinación de resultados que lo permita, por lo que es un match ball de partido más que interesante. Aunque caminar en esta recta final del campeonato en esa cuerda podría llegar a ser angustioso para según qué jugador.

Independientemente del rival, en este caso un Girona ante el que las estadísticas no están a favor de los blanquiazules, los aspectos a los que debe aspirar este Málaga a (muy) corto plazo serían dos y están entrelazados: echar abajo el muro imaginario y moral que les separa de la victoria y alcanzar un grupo de equipos (4) que se han separado en la tabla a cinco puntos.

Suena a tópico pero no hay nada más realista en estos momentos que cimentar lo que sí funciona en este equipo (jugadores y planteamiento) en una victoria. Romper la barrera emocional del triunfo tras más de cuatro meses del último, ante el Racing el pasado 23 de febrero, asentaría un poso del que poder partir y crecer. Es paradójico, chocante y a la vez definitorio, que las dos últimas victorias de este equipo en Liga sean ante los actuales colista y líder de la categoría. El Málaga de hecho ganó al Cádiz en su estadio, el Carranza, donde solo ha cedido dos derrotas (la otra ante el Numancia).

Resulta paradójico que las últimas victorias hayan sido con los actuales colista y líder

En la tabla, estas cuatro jornadas tras el reinicio han provocado que cuatro equipos (Fuenlabrada, Tenerife, Sporting de Gijón y Las Palmas) tomen distancia separándose del peligro. Los cuatro mencionados suman 46 puntos, a cinco de los blanquiazules. Recuperar margen y terreno con ellos, para bien meter a otro rival en el peligro o bien distanciarse del descenso, debe ser el primer paso del Málaga hacia la permanencia.