El Málaga regresó a los entrenamientos esta tarde tras la derrota de este pasado viernes en El Toralín a manos de Yuri y la Ponferradina. Lo hizo justo tras llegar a tierras costasoleñas, ya que el equipo hizo noche en Madrid tras jugar en el feudo leonés y fue esta mañana cuando la expedición tomó un AVE directo a casa. Los blanquiazules llegaron a la estación María Zambrano y fueron directos a La Rosaleda, donde se ejercitó en el Anexo.

La sesión fue clásica tras la disputa de un encuentro liguero. Los titulares de la contienda ante la Ponferradina trabajaron a menor ritmo en las galerías interiores del estadio, en el gimnasio. Allí, junto al once inicial, estuvieron los aún tocados Cristo y Sadiku, que realizaron trabajo específico acorde a sus respectivas recuperaciones. El canterano y el ariete hicieron también parte de su trabajo sobre el césped del Anexo junto al readaptador físico.

David Lombán, que no pudo continuar sobre el césped de El Toralín al inicio del segundo periodo y tuvo que ser sustituido por Diego González, estuvo tratándose de su dolencia en las galerías interiores y guardó reposo a la espera de los exámenes médicos que determinen si hay lesión y el alcance de la misma. El club informó tras el partido que tuvo que salir del campo "debido a unas molestias en su pierna izquierda".

Las buenas noticias del entrenamiento las arroja Keko Gontán, que completó la sesión al mismo ritmo que el resto de sus compañeros. El madrileño sufrió una "lesión muscular en su pierna derecha" de la que poco más se informó. El extremo venía de firmar buenos minutos ante Zaragoza y Cádiz, donde fue titular en ambos envites, cuando cayó lesionado. Víctor le recupera ahora.

El equipo tendrá dos días de descanso, mañana domingo y el próximo lunes, antes de volver a los entrenamientos el martes por la tarde en La Rosaleda para preparar el próximo encuentro liguero ante el Fuenlabrada, el domingo 10 de noviembre en casa (20:00 horas).