En el discurso de Sergio Pellicer previo al partido entre el Málaga y el Levante (La Rosaleda, 21:00 horas) hay destellos de ilusión, ganas de creer. Sabe, como cualquiera, que es casi utópico imaginar un escenario de permanencia. Sin embargo no le queda otra que seguir buscando remeros en una nave que zozobra. Se aferra a los estímulos positivos, aunque se queden cortos, y así parece que también la afición se da la oportunidad de, ¿por qué no?, jugar a creer.

Qué poquito necesita Málaga para prender las almenaras. El suave estímulo de tutear a Las Palmas en su campo y el aire fresco de Álex Calvo propician que en la noche de San Patricio las gradas vuelvan a reventar. El papel ha ido volando con el transcurso de los días. El club puso en bandeja entradas para sus fieles. La semana iba en esa línea, pero la espantada de Alfred N’Diaye lo ensombreció todo alrededor de La Rosaleda. Las salidas de Lumor y, con sus matices, de Adrián López, parecen muestras de que el club quiere aparentar movimiento a la espera de otras muchas decisiones más drásticas.

Dejó entrever el técnico del Málaga que hay muchas posibilidades de que repita algo parecido a lo que propuso en Las Palmas. Asegura que jugar con tres centrales era algo más que preparado y calculado en diferentes contextos. Queda la duda de saber si se atreverá a mantener en el centro del campo a Ramón y Aleix Febas a la vez o prescindirá del cerebro de Órgiva para meter algo más de físico con Alberto Escassi, que estando bien lo normal es que Pellicer le ponga de inicio (apuntó que también es una opción como central).

Siempre queda la duda de si en punta Rubén Castro será titular, algo que en otros momentos antes del regreso del técnico valenciano parecía debatible. De reojo se mira al banquillo porque no se espera a Álex Calvo como titular, pero ahora ya sí se le observará como una posible bala. Puestos a creer en los milagros, hay que ir buscando nuevos mesías.

El rival, entrenado por Javi Calleja, uno de los héroes del último ascenso del Málaga, viene de sumar un punto de los últimos seis y tampoco puede permitirse tropezar más si quiere mantenerse en la pelea por ser uno de los dos conjuntos de ascenso directo.