Era más que evidente el amargor con el que se despedían los jugadores del Málaga tras el desenlace en La Rosaleda del último partido del año ante el Lugo. 12 meses difíciles para la plantilla y cuerpo técnico a nivel deportivo que acabó con otro trago agridulce.

El más rápido en plasmar sus sentimientos en las redes fue Armando Sadiku. El goleador blanquiazul reconoció acabar “muy enfadados por perder dos puntos en el último minuto. Lucharemos con uñas y dientes para dar más alegrías a nuestra afición en 2020. Málaga nunca se rinde. Mismo hilo conductor de Munir, que lamentaba no poder “despedir el año regalando una victoria a nuestra afición. ¡Lucharemos en 2020 para daros más alegrías, malaguistas!”.

“Cerramos un año complicado para el malaguismo... Pero volvernos con más fuerza que nunca”, escribía en su perfil de Instagram Keidi Bare, que no pierde su espíritu competitivo ni a través de la pantalla. Otro canterano como Antoñín le pedía al fútbol que le devolviera alguna de las que le está quitando: “Tristes por perder dos puntos en el último minuto del partido. El fútbol nos debe una. Ahora toca mirar hacia delante y recargar fuerzas para el próximo año”.

Por otro lado estaba Dani Pacheco, que regresó al once titular, y tras el partido apuntó al rendimiento individual y colectivo para este próximo año. Pide más el pizarreño y agradece a la afición su apoyo constante: “No es la mejor manera de terminar el año. A trabajar para comenzar bien el 2020 y dar todos el 200%. Gracias a todos por estar siempre, en las buenas y en las malas”.