Tras el partido ante el Almería en el estadio indálico, José Alberto tomó la decisión de dar el cambio en la portería. Dani Barrio venía de protagonizar buenas actuaciones. Había sido un inicio de competición más que notable del asturiano, mejorando incluso sus prestaciones del curso pasado. Dio puntos en los cuatro partidos. Su error en el 2-0 ante el cuadro rojiblanco sería la carta que usaría el entrenador blanquiazul para dar el relevo.

Ante el Girona debutaba oficialmente Dani Martín con la blanquiazul. Era su primera partido oficial en más de un año, desde julio de 2020 aún con la elástica verdiblanco. Temporada en blanco por lesión y volvía a defender la madera. Fue un partido idílico para la vuelta. El Málaga fue muy superior y el guardameta apenas tuvo que aparecer. Sus lágrimas tras el pitido final, con la portería a cero, eran el reflejo de su sufrimiento estos meses y de la alegría por regresar así.

Pero ante la Ponferradina, su actuación dejó dudas. En el primer gol de Naranjo, el que abre la lata, el guardameta gijonés pudo hacer mucho más para detener su disparo. Es cierto que tuvo jugadores que impedían la mejor visión pero llegó a la pelota y estuvo blando para rechazar. Pudo cambiar el partido. Sí es cierto que después tuvo alguna que otra intervención de mérito.

Dani Barrio dio puntos en varios partidos con paradas en los últimos compases de las cuatro jornadas y acabó saliendo del once tras un mal partido. Encajó cuatro goles en cuatro encuentros, dos de ellos con el arco a cero. Por su parte, Martín ha encajado los mismos goles en dos partidos y dejó en uno de ellos la portería a cero.

Queda en manos de José Alberto cómo gestiona la portería, aunque ya avisó a principios de temporada que es entrenador de un solo guardameta durante la temporada y que se rige de la meritocracia para ello. El cambio de Dani Martín por Barrio en la quinta jornada hace indicar sus preferencias en este sentido, hay debate en la portería.