Mallorca-Málaga CF | Previa Jornada 17

Buscando musas (18:00)

  • El Málaga se planta en Mallorca tras dos derrotas consecutivas, donde además no ha conseguido marcar

  • Muñiz recupera a Adrián González, que ya ha superado su lesión

Los jugadores del Málaga CF celebran un gol en La Rosaleda.

Los jugadores del Málaga CF celebran un gol en La Rosaleda. / Marilú Báez (Málaga)

La inspiración, decía el genio, te tiene que pillar trabajando. Al Málaga la segunda parte de la regla le sale de fábula. Luego está lo de inventar. Ahí ya tiene más problemas. No es cuestión de que tenga más o menos jugadores brillantes. Los tiene. Los hay. Sin embargo no termina de encontrar la manera de prender la llama y eso lo está notando el equipo en cuanto a juego y resultados.

Le toca invocar a las musas, que andarán de vacaciones, como añoraba Serrat. Pero Segunda no espera a nadie y el Málaga ya sabe que a nada que disminuya sus prestaciones la clasificación le atrapará como el que cae en arenas movedizas. Tanto es así que llegará a Son Moix para medirse a un Mallorca que está sólo dos puntos más abajo y con la posibilidad matemática de verse fuera de los puestos de play off. Sí, se puede asumir el discurso de Muñiz y sus hombres y aceptar que es parte de la categoría, pero algo de sintomático tiene (tendría).

Números, números. Son fríos, pero son. El Málaga ha perdido sus dos últimos partidos, en los que además no ha sido capaz de marcar un solo tanto. Pero quizás lo más grave no sea eso, es la sensación de que sus rivales han usurpado parte de su yo más puro. Los blanquiazules pueden perder la batalla de la imaginación, pero nunca permitirse el lujo de que el contrario sea más intenso. Pequeños ratos de desconexión ya se ha demostrado que pueden resultar fatales.

También sería interesante que el Málaga marcase algún gol que no fuese en el área y a un toque (que lo fueron todos menos el de Juankar en Lugo). Tiene que encontrar otras maneras de hacer ver a los rivales que no les servirá con protegerse a base de acumulación y fe. Ahí deben tomar mayor protagonismo los componentes del centro del campo. Algunos lo han intentado en muchas ocasiones –en juego y a balón parado–, pero no terminan de romper.

La cuestión es que el equipo se acostumbró a que Blanco Leschuk acudiese siempre al rescate. A nada que el argentino perdió puntería, el Málaga se resfrió. Koné amagó con ser alternativa un par de veces, pero se lesionó y dejó un vacío importante. Lo mismo ocurrió con Luis Hernández, que a base de saques de banda se convirtió en terror de las zagas rivales.

De Blanco Leschuk también se espera que rompa por fin su racha visitante. Sólo ha marcado en La Rosaleda, donde más fuerte se siente el conjunto malacitano. Pero es demasiada carga para un sólo futbolista.

Uno que siempre tuvo gol es Adrián González. De hecho, una de sus mejores cualidades era precisamente esa, que era un gran llegador. Es verdad que en el Málaga está jugando en el doble pivote y eso limita sus opciones... De cualquier modo hoy regresa a los terrenos de juego después de superar una lesión que finalmente no fue tan importante como se contó. Sin ser el jugador que necesita el Málaga para el centro del campo, es un jugador necesario. Contradicciones que se pueden arreglar en el mercado, conviene recordar.

También habrá que ver cómo administra Muñiz sus alas. Ontiveros, Renato Santos, Pacheco, Juanpi... Cualquier combinación es posible para medirse a un Mallorca que no anda nada mal. Ve posible alcanzar al Málaga. No imaginaban tras el inicio que podrían tener a tiro a los blanquiazules cuando llegasen a Son Moix, pero es lo que hay. Vicente Moreno ha cuajado un buen grupo que además lleva siete partidos consecutivos sin caer derrotado.

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