La previa y hora del Girona-Málaga CF

Entretanto, fútbol

  • El Málaga rinde visita a un necesitado Girona con las mismas 13 fichas profesionales de Las Palmas

  • Víctor arma una coraza alrededor del equipo mientras las miradas se fijan en los despachos

Boulahroud, sonriente bajo la mirada de Víctor.

Boulahroud, sonriente bajo la mirada de Víctor. / Jesús Mérida

El tercer asalto a LaLiga SmartBank ya está aquí. El Málaga viaja para medirse al Girona en Montilivi (19:00, GOL) en unas condiciones más que conocidas. Con 13 profesionales, descartes y un nubarrón de incertidumbre que persigue al club allá por donde va. Circunstancias que, después de todo, cuando el balón echa a rodar quedan en segundo plano. No se olvidan, incluso se evidencian, pero al final y después de todo quedan 90 minutos de fútbol y la posibilidad de aliviar o aumentar esa comezón en el malaguismo.

No obstante, el Málaga llega a la tercera jornada de la misma manera que a la primera, incluso algo mejor, por aquello del riesgo de alineación indebida que al menos despejan los descartes que cuentan con ficha profesional. Parches son, pero ya estuvieron ante Las Palmas y al final el aporte de Juanpi fue fundamental. Si sirve como escaparate, bueno será.

Víctor Sánchez del Amo ha creado su coraza para proteger al grupo y aislarlo de todo el ruido. Para muestra, su aparición en sala de prensa, en la que echó balones fuera a todo. Sabía el tono que iba a traer la comparecencia y despachó con extraña brevedad (menos de diez minutos) entre algún chascarrillo nervioso que evidencia su hastío. No tanto por la situación como por todo lo que la rodea. Se le nota loco por que ocurra lo que sea, pero que pase pronto.

Como siempre, el fútbol alivia los males y los resultados mandan. El Málaga suma hasta el momento cuatro puntos después de ganar al Racing (0-1) y empatar ante Las Palmas. Sí se nota que el grupo que hay es el que ha trabajado Víctor, que tiene una identidad y es capaz de pelear pese a sus carencias. La imagen sobre todo del partido en La Rosaleda ha hecho que al menos el clima de negatividad se mantenga lejos del césped. Ese es el éxito del madrileño y su equipo hasta el momento y ese es el mejor escudo que podía utilizar.

Se presume línea continuista

Sin Shinji Okazaki –aún a la espera al igual que José Rodríguez, Iván y Mula–, de nuevo Adrián González o Hugo Vallejo se perfilan como referencias arriba. Han compaginado minutos uno y otro en el nueve; ganó más el equipo en frescura cuando el extremo apareció ante Las Palmas en el segundo tiempo y el madrileño pasó al medio centro. Por corpulencia y explosividad, encaja bien ahí Hugo, que se entendió con Juanpi y estuvo a centímetros de anotar.

La semana de trabajo ha permitido que al menos la defensa no sea una zona de circunstancias y se asemeje a la definitiva tras la vuelta de David Lombán, que apunta al eje de la zaga junto a Diego González. El de Avilés se recuperó de las molestias que le obligaron a retirarse del partido en El Sardinero; no lo hizo Luis Hernández, que ha estado al margen en el gimnasio durante toda la semana.

El Girona es ahora una prueba interesante para este Málaga. Los catalanes mantienen grupo e idea con Juan Carlos Unzué –sigue con su inconfundible sistema de tres centrales y carrileros– y ha aprovechado la ayuda al descenso y sus ventas para formar un equipo que por nombres es de Primera División. Pese a todo, los gerundenses no han probado aún la victoria tras empatar con el Sporting y perder ante el Albacete en un arranque realmente duro sin Christian Stuani, recién renovado hasta 2023, y al que se espera ver hoy sobre el césped de Montilivi. “No está para 90 minutos”, decía su técnico, pero sí reconocía que su debut tiene todas las papeletas de llegar ante los de Víctor.

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