Dicen que tras la tempestad siempre llega la calma. En el Málaga, al menos a nivel institucional, la casa de los líos se disparó a inicios de la semana y ya ayer se consumó con alta probabilidad uno de los días más tranquilos en el plano extradeportivo que se recuerdan en los últimos años por Málaga. El paso a un lado del jeque Al-Thani y la incursión del nuevo administrador judicial del club abren un nuevo escenario. Es complicado que José María Jiménez empeoré los últimos instantes de vida del catarí como presidente de la entidad.

El plano deportivo, sin embargo, es otra historia. Ambos siempre beben el uno del otro, van de la mano y su buena sinergia siempre repercute al alza. Con el adiós de Víctor y el inicio de Sergio Pellicer, el plano deportivo lleva semanas de cierto sosiego, en el que se respira cierta “tranquilidad”, esa misma que implora el técnico castellonense y que parece tocar tras muchos meses el club. Llega el Racing, el colista, uno de esos duelos engañosos, un poco trampa, que tiene la categoría. Lo entrena José Luis Oltra, con cartel y experiencia, por lo que bajar el pie sería una torpeza.

Suena a broma si lo lees rápido, pero el Málaga de vencer en La Rosaleda ante el Racing (18:15 horas en #Vamos) esta tarde se pondría a tres (en el mejor de los casos) o cuatro (en el peor) de la sexta plaza que da billete para los play off de ascenso a la élite. Depende de los resultados que se den esta jornada y es un buen reflejo de lo que es la categoría y lo que supone sumar de tres en tres en poco tiempo.

Todos los caminos apuntan al optimismo, siempre controlado, precavido, pero a pensar en positivo. Jugar en casa, en La Rosaleda, tras vencer al líder de la competición refuerza al grupo e inyecta de júbilo a la afición, que una vez más respondió. Lo puso fácil el club, que lanzó cuatro entradas a 20 euros (a 5 el boleto). Los blanquiazules respondieron agotando las entradas en pocas horas y asegurando posiblemente la mejor entrada esta temporada en casa. El jugador número 12 ante un rival que se juega la vida será un factor determinante para los malaguistas, que vuelven a sentir ese nexo sólido con los suyos.

La victoria atrae a la victoria, la imanta hacia ti. Eso dicen y es algo que el Málaga debe aprovechar tras enlazar victorias ante equipos sólidos y compactos como Numancia y Cádiz (sin olvidar la victoria también ante el Krasnodar). Todo contagia y suma, sobre todo la sensación de sí se puede que ya profesa la plantilla.

No habrá convocatoria para el partido hasta este mediodía, tras un breve entrenamiento de activación en La Rosaleda. Pellicer ya cuenta con toda la plantilla disponible, a excepción del canterano Cristo, y con la novedad de Keidi Bare. Otro motivo más para ser halagüeños con la situación, así como los problemas con los que llega el Racing de Oltra. Las bajas en defensa son sensibles para los cántabros, que llegan a Málaga sin el local Alexis Ruano ni Jordi Figueras, Kitoko, Olaortua, Jon Ander, Enzo Lombardo y Carmona. Sí estará un veterano como Álvaro Cejudo.

Queda por ver si Pellicer repite once ante este Racing. Las únicas dudas pueden llegar con la recuperación de Keidi Bare, aunque Luis Muñoz está a un nivel sensacional. La terna entre Lombán y Diego aún prosigue, y no parece que Tete Morente vaya a quedarse en el banco tras el buen partido que completó ante el Cádiz.