Se atascan las salidas a domicilio

Málaga CF

El equipo suma dos derrotas y un empate en sus últimas tres visitas, encajando gol en todas ellas

El jugador del Elche Tekio se zafa de la presión de Gustavo Blanco el pasado viernes en el Martínez Valero.
El jugador del Elche Tekio se zafa de la presión de Gustavo Blanco el pasado viernes en el Martínez Valero. / Chimo / La Otra Foto

El Málaga ha perdido algo de fuelle. Se pudo constatar el pasado sábado en el Martínez Valero en la segunda derrota del equipo en lo que va de temporada en Segunda División. El Elche mostró más tranquilidad y supo dar valor a sus armas para hacer mella en el entramado defensivo blanquiazul que tan buen resultado venía dando hasta ahora. Pero ya comienza a repetirse el patrón. De las últimas tres salidas del Málaga: dos derrotas y un empate; un punto de nueve posibles.

No es ningún escándalo. En el club y en el vestuario, que comanda Juan Ramón López Muñiz, son sabedores de que la temporada es muy larga y que el Málaga no es ningún titán imposible de arrodillar. Saben que el nivel competitivo de un tercio de la categoría te puede poner en un aprieto en casa y que dos tercios harán lo mismo entre sus muros. Pero se pudo ver más que molesto al técnico gijonés tras sucumbir ante el Elche de Pacheta.

Comienza a repetir el patrón fuera de casa: menor solidez y más concesiones al rival

“Por haber estado en Primera, por llevar el escudo del Málaga o una camiseta de Nike no ganas partidos, los ganas en los 90 minutos y ahí pasan tres cosas: que te superen, esté igualado o seas superior”, espetaba Muñiz, notablemente molesto, en la rueda de prensa posterior al choque ante el Elche. El Málaga rayó por debajo de su nivel en el Martínez Valero y, quizá, firmó su peor encuentro en lo que va de temporada. Era la primera vez que la primera línea blanquiazul encajaba dos goles esta temporada –sin contar el encuentro copero, con los teóricos suplentes, ante el Almería (1-2)–.

Fue el encuentro que peores sensaciones dejó en el poso del vaso blanquiazul. Un equipo algo aletargado tras el primer tanto en forma de crochet de los ilicitanos que dejó noqueado al Málaga. Se vio a un bloque que distaba mucho de aquel en el que destacaba, por encima de todo, la anexión de todas sus piezas. Un grupo sólido que rema en el mismo tempo desde el meta hasta al delantero, que machaca al rival por su seriedad, más que por su desparpajo. No es un conjunto de detalles y sí de trabajo. Algo difuminado en las últimas fechas. Los despistes comienzan a aparecer.

De los últimos cinco encuentros ligueros, el Málaga ha recibido gol en cuatro

Sería otro el guión de estas líneas de entrar alguna de las que tuvo Blanco, Héctor o incluso Pacheco, que desarboló en todos los casos el meta Francis. Lo que no cambia la falta de puntería son las concesiones atrás. El gol de Lozano, el 1-0, llegó tras perder la marca N’Diaye. Errores, o falta de contundencia, fue lo que detonó los goles locales en La Coruña o en Las Palmas, errores que costaron goles, o lo que es lo mismo, puntos. Fuera de casa, sin el calor de La Rosaleda, el equipo pierde ese fuelle y esa seguridad que garantiza dejar el cerrojo atrás. En casa, los cuatro primeros encuentros en Martiricos no concedió ni un solo gol en contra. Cabe destacar que en el último, ante el Albacete, sí encajó. En cuatro de los últimos cinco encuentros, el equipo de Muñiz recibió al menos un gol.

El técnico gijonés tiene desde el lunes siete días para reforzar a sus jugadores y recuperar la seguridad y solidez que le ha llevado a ser líder jornada tras jornada. Mañana vuelven al tajo y no será hasta el próximo lunes 29 cuando se dé el próximo envite ante el Numancia.

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