Hace unos días había desaparecido la placa que portaba el nombre de Abdullah Al-Thani en una rotonda cercana al estadio de La Rosaleda. El rótulo apareció esta madrugada colgado de un puente situado frente al recinto de Martiricos sobre el río Guadalmedina, sujetado por una cuerda. Un nuevo mensaje para el presidente del Málaga, que apenas tiene ya aliados en clave blanquiazul.

Comienzan a ser habituales los actos anónimos de protesta contra la gestión del jeque Al-Thani y sus hijos. Pintadas en el estadio y sus alrededores, pegada de carteles acusadores (que también incluyó en su día al mismo cartel de la glorieta). Todo ello se suma a la enorme presión social, política e institucional que se cierne sobre la propiedad y que cada vez es más intensa.

El cartel, colgando del puente

Los ecos de la nefasta gestión del Málaga y la pésima imagen que los Al-Thani están dando ya ha llegado a las altas esferas de Catar y se estudian vías de intervención. El propio alcalde admitió que también ha contactado con la Embajada del emirato en España para mostrarle su preocupación.

Mientras tanto, Al-Thani continúa ajeno a todo. En su mundo paralelo, lo único que se le ocurre es subirse al carro del Día de la Hispanidad en su canal de comunicación predilecto. "Desde el primer día que llegué, me enamoré de su cultura, de su gente y de su luz. Ahora es mi segundo hogar. ¡Feliz Día De La Hispanidad!", escribió en Twitter. En unas horas el Málaga se enfrenta al Cádiz en una situación que cada vez es más compleja. Cada uno a lo suyo.