La vuelta al trabajo del pasado lunes dejó algunas sombras porque hasta cuatro futbolistas se quedaron sin saltar al terreno de juego para ejercitarse con los demás -que se unían al sancionado Bakary Koné-. Pero en ninguna cabeza cabía el panorama que se iba a encontrar el técnico ayer por la mañana. Recio se retiró de la sesión con una rotura fibrilar, Charles comienza una época de parón por los problemas en su rodilla izquierda, y Keko va a un ritmo tan lento que seguramente no llegará a Mendizorroza. Es decir, Juande Ramos contará con al menos cinco bajas para jugar contra el Alavés.

El panorama, que se junta con la ausencia de los internacionales que aún tiene que regresar, es poco alentador para un entrenador al que le quedan cuatro días para preparar un encuentro trascendental para terminar de coger aire y distancia con respecto a la zona de descenso.

La nota más sorprendente y triste fue la del medio centro malagueño. Durante el entrenamiento sintió unas molestias en el adductor de su pierna izquierda e inmediatamente supo que algo había. Se retiró a la ducha y ya en el primer diagnóstico se confirmó que posee una rotura de fibras en la zona -nada que ver con la que le privó de jugar contra el Betis-. Nadie le quitará al menos dos semanas de baja. Su convalecencia, ya dolorosa, podría serlo más en el caso de que Zdravko Kuzmanovic no se recuperara a tiempo de su tendinopatía aquílea en el pie derecho. Parece que el serbo-suizo puede darle un respiro porque de los damnificados es el que está mostrando mejor evolución. Es más, ayer ya se le pudo ver trabajar sobre el terreno de juego. Si no, Juande Ramos tendría que improvisar otra pareja de medios centro; con casi total seguridad sería Pablo Fornals quien acompañara a Camacho ahí.

Otro problema serio que se presenta es el de Charles. Desde que empezó la temporada acusa dolores en su rodilla izquierda. Ha ido aguantando e infiltrándose, pero ya ha dicho basta. Desde ayer comienza una nueva etapa para él trabajando en el gimnasio porque es un edema óseo lo que padece. Ello le obliga a parar sí o sí. Es una lesión traicionera, de la que es muy difícil precisar plazos. No será, no obstante, una lesión de una o dos semanas, sino que probablemente su convalecencia pueda ser de al menos un mes de duración. Doble problema para Juande. Porque se queda sin un elemento ofensivo y porque seguramente le llevará a jugar de nuevo con un solo delantero, fórmula que no le acaba de convencer.

Existe una triple vía para suplir a Charles: devolverle la mediapunta a Juanpi (o a Pablo Fornals en un momento dado) o dos más difíciles por lo visto hasta hoy, que jueguen En-Nesyri o Michael Santos. Con el canterano insiste en darle paso poco a poco, mientras que el uruguayo no le convence.

Para sustituir a Keko hay más opciones y por Weligton entrará de nuevo Miguel Torres como central. Ayer ambos saltaron al terreno de juego para ejercitarse, aunque su ritmo todavía no les da para llegar a la cita dominical.