El campeonato empieza el domingo para el Málaga, pero el Málaga sólo tiene tres jugadores con ficha profesional disponibles a día de hoy. Necesita que LaLiga le permita inscribir a sus fichajes (y los que tiene Manolo Gaspar en espera) o que le dé alguna alternativa. Paralelamente, la AFE está de uñas con la entidad después del ERE planteado, que de cuajar sentaría un peligroso precedente. Y todas las miradas se dirigen a un hombre: José María Muñoz.

El administrador judicial del Málaga lleva las riendas desde hace más de seis meses. En este tiempo ha tomado decisiones complicadas y drásticas. Desde Martiricos siempre se ha defendido su trabajo y su compromiso, tanto que muchos han dado la cara en público por él, que sólo ha hablado una vez pero se ha dejado ver bastante más, tanto que casi parece un presidente o un director general como poco. Pero los tiempos son muy ajustados y no se ve color. Tanto que hasta los accionistas minoritarios le han puesto pegas a su gestión.

Lleva días esperando el consentimiento de LaLiga para poder hacer nuevas inscripciones y de paso ir anunciando algunos de los fichajes que están en cola (Luis Muñoz, Quintana, Jairo Sampeiro y alguno más). Pero la patronal se está resistiendo y este mismo lunes tiene una cita pendiente con la AFE, con quien también tiene que verse esta semana el propio Muñoz.

Fuentes solventes del vestuario malaguista aseguran que a día de hoy la gran mayoría de los jugadores que están en el ERE no quieren ir a Tenerife por sentirse engañados por el administrador, al que no se le puede negar que tenía una papeleta importante para tratar de arreglar el desastre de club que ha dejado en herencia Abdullah Al-Thani, que aprovechó las salidas de Munir y Adrián González (ojo, que ambas eran necesarias como lo serían la de los demás implicados) para atizarle.

Por otra parte, deslizan desde La Rosaleda que el club tiene cierto remanente para poder afrontar el pago de las denuncias de futbolistas. Informó As de que hoy se producirá una reunión de la comisión mixta de la AFE-LaLiga. Si se demuestran los impagos serán bloqueados los derechos federativos y no podrían darse inscripciones.

Luego hay otras situaciones que tienen su raíz en todo este galimatías y que se mezclan con factores personales como es el caso del centrocampista José Rodríguez, que pasó de acordar un contrato de cinco años y asumible por el club a pegar la espantada de la concentración y contar que tiene una oferta irrechazable. Así están parte de las cosas en el Málaga, donde el jaleo es una costumbre.