Aunque sabe lo que se juega, opta Míchel por no meter presión en las piernas de sus jugadores para esta tarde. Su figura comienza a estar más discutida cuando se siguen tachando fechas sin sumar. Con el sexto trazo se espera inaugurar el casillero por lo que el entrenador prefiere mirar con optimismo el crudo escenario.

"No sería tan dramático pero la situación es muy delicada y tensa, no es normal todo lo que está pasando. El partido es tremendamente importante, pero no una final. Pase lo que pase va a quedar mucho", comenta ante otro hipotético traspié; a lo que agrega: "Los jugadores saben que hemos cruzado el límite".

Cuando se le menciona la palabra despido, el madrileño saca toda su positividad. "Creo a pies juntillas que mi equipo va a responder, como también lo he hecho en las semanas anteriores. Creo que vamos a ganar ", explicó.

Consciente de que es su equipo el que debe activar la tecla, no paró mucho tiempo en analizar al Athletic y sí el estado anímico de los suyos. "La moral del equipo está resentida, no podemos estar al margen de lo que está pasando. Nunca he sufrido cinco derrotas consecutivas como profesional. Ni aun ganando tienen asegurado el éxito venidero", dijo.

"Hay acciones puntuales que nos cuestan goles", comentó sobre la defensa, a la vez que reconoció que la pareja Borja Bastón-Rolan puede ser una alternativa: "Pensamos en hacer todas las variantes posibles. Es una opción".

Acerca de la posible vuelta de Miguel Torres y Juan Carlos, dio pistas sobre su participación: "Torres y Juan Carlos se incorporan al equipo porque están prácticamente al cien por cien. Dijimos que íbamos a ir metiendo y sacando gente y ya han jugado prácticamente todos. Los resultados tampoco indican que no busquemos soluciones".