Ismael Serrano. Cantautor

"Mis canciones llaman a no entender la vida como una renuncia"

  • El artista madrileño presentará el viernes en el Teatro de la Axerquía 'Acuérdate de vivir', un disco en el que aboga por la esperanza ante la crisis social e individual existente

El cantautor madrileño Ismael Serrano regresa a Córdoba para presentar su último trabajo, Acuérdate de vivir, en un concierto que se celebrará el próximo viernes en el Teatro de la Axerquía enmarcado en el Festival de la Guitarra. El artista también interpretará algunos de los viejos temas que han impulsado su carrera.

-¿Qué quiere transmitir con este nuevo trabajo?

-Creo que a menudo llenamos nuestro tiempo con actividades que poco tienen que ver con la vida que soñamos. A menudo asumimos resignados el papel que se nos asigna sin cuestionarlo. Digamos que a veces da la sensación de que hay un destino escrito para nosotros. Mis canciones llaman a no entender la vida como una renuncia, a rebelarse contra esa idea. No solamente se trata de sobrevivir, también de vivir, de no dejar de perseguir los sueños. A eso hace referencia Acuérdate de vivir.

-¿Invitan a oponerse al destino?

-A rebelarse contra la idea de destino, contra la rutina que imponen estos tiempos, sobre todo contra la resignación. Se trata de que seamos conscientes de nuestra capacidad para cambiar las cosas porque no sabemos el potencial que tenemos. Creemos que no podemos influir en la realidad, que parece inalterable, pero yo creo que sí tenemos una cierta capacidad, lo que pasa es que no somos conscientes.

-¿Significa que hay que mirar al futuro con otras perspectivas?

-Hay que mirar al futuro, con eso bastaría, porque creo que a veces ni siquiera miramos. Si algo define estos tiempos y esta crisis es precisamente la mirada a corto plazo. Tenemos que ganar en perspectiva, ser capaces de mirar hacia delante y entender que el futuro es algo que se va construyendo día a día. Por lo general siempre conjugamos los sueños en futuro y da la sensación de que los posponemos como si el futuro fuese algo inalcanzable.

-En discos anteriores mezclaba ritmos procedentes del jazz, el blues o la bossa nova. ¿Hay algo de esa fusión en Acuérdate de vivir?

-En cuanto a los sonidos, Acuérdate de vivir sobre todo bebe de lo que para mí son los pioneros de la canción de autor moderna, el folk norteamericano. También hay una mirada a la música tradicional latinoamericana, hay una chacarrera, una bulería muy a mi manera... Es una búsqueda, una vuelta de tuerca a los sonidos, a las formas, tratando de imprimir todo lo que uno ha aprendido. Pero siempre respetando lo que para mí es la esencia, que es la palabra y la poesía.

-¿Por qué ha elegido la música folk? ¿Qué le aporta a su trabajo?

-Me apetecía, y además creo que son los primeros. Por lo general se acude mucho en estos días a esa música, el folk norteamericano, y no reparamos en que había un componente de compromiso ideológico muy fuerte. Yo quería reivindicar esa parte de la canción de autor norteamericana. Precisamente uno de los ídolos de Bob Dylan es Pete Seeger, un tipo que pasó un tiempo en la cárcel perseguido por el maccarthysmo. Bruce Springsteen hace poco hizo un disco en homenaje a él. Los cantautores de esa época son referencias morales también dentro de la música norteamericana, por eso quería reivindicar ese punto de compromiso al que no se atiende.

-En una época en la que la falta de compromiso es uno de los defectos de la sociedad, ¿qué valoración recibe la figura del cantautor?

-La canción de autor es un género que sigue vigente en cuanto hay un público que demanda esta música y mucha gente que agarra la guitarra y escribe sus canciones tratando de hacer una crónica social y sentimental del tiempo que le toca vivir desde el compromiso con la realidad. Creo en el género y en esta tradición entre otras cosas porque de ella han salido gran parte de las canciones más hermosas en castellano. Por eso reivindico la figura y su vigencia, y más en estos días, donde nos resignamos a vivir esta realidad y parece que no podemos cuestionar el modelo económico y social en el que estamos. Esta crisis ha revelado un gran déficit democrático porque ni siquiera los gobiernos pueden decidir su propio modelo en cuanto que el sistema les chantajea para que hagan ajustes estructurales de acuerdo a las exigencias de un sistema financiero que es el que ha originado esta crisis. En un momento en el que vivimos tan aislados unos de otros no está mal que se haga una música que pretende conectarnos, generar espacios de encuentro entre gente que sí se cuestiona la realidad.

-¿Cómo ha evolucionado desde sus inicios en la música hasta la actualidad?

-Ha sido tranquila, resultado del aprendizaje. Creo que hay ciertos principios inamovibles que me siguen acompañando, me sigo reconociendo en las primeras canciones y sigo reconociendo al chaval de 22 años de Atrapados en azul en estas últimas. Pero he aprendido unas cuantas cosas, como tener más grados de libertad. Eso es lo que te permite el aprendizaje. Cuando empiezas, sabes muy bien lo que quieres pero no cómo llegar hasta allí. Con el paso del tiempo vas aprendiendo el camino para llegar, vas teniendo una mirada más global y vas siendo consciente del privilegio en el que vives.

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