Marbella

El museo del vino marbellí

  • El restaurador Santiago Domínguez ha reabierto la marisquería más antigua de Marbella con un templo vinícola que concentra 2.500 botellas

El restaurador Santiago Domínguez muestra su Museo del vino.

El restaurador Santiago Domínguez muestra su Museo del vino. / Mª Jesús Serrano (Marbella)

La ciudad de Marbella cuenta desde esta primavera con un nuevo atractivo turístico de carácter gastronómico, que viene a consolidar la diversificación de la oferta del destino, con la apertura del Museo del vino que ha protagonizado el restaurador Santiago Domínguez, donde se exhiben 2.500 botellas procedentes de diversas partes del mundo.

Así, la pandemia de Covid-19 ha supuesto para el hostelero una oportunidad para renovarse y ofrecer a su público algo más que exquisitos mariscos preparados en pleno paseo marítimo, y suma una exposición de “2.500 botellas” que el restaurador ha ido recabando en sus viajes a lo largo del mundo, por lo que hay ejemplares que “proceden de Rusia, América, África o España”, entre otras nacionalidades.

La reforma que ha ejecutado el empresario durante los duros meses de pandemia han servido para habilitar una sala anexa al restaurante e instalar este templo del vino, abriendo sus puertas el pasado mes de marzo. Entre las botellas más destacadas se encuentran “algunas muy grandes de Vega Sicilia que son únicas en el mundo”, así como “las primeras etiquetas” de la emblemática bodega. También una “alemana de 200 años”.

El Museo del vino que condimenta la marisquería Santiago presenta además ejemplares que forman parte de la historia al formar parte del atrezo de destacados eventos, como las “botellas del vino que bebieron Balduino y Fabiola de Bélgica en el día de su casamiento, el que tomaron en la cena” o un par “de cuando se casó Alfonso XIII”, aunque datan de 1.886.

Son botellas que no existen y solamente están aquí, y por eso tienen un valor no económico, sino humano para mí por el sentido de que yo las he cuidado y he procurado buscarlas con mucho cariño. Y también un valor para el público porque ve cosas que no ha visto en otro sitio”, ha puesto de relieve el hostelero, remarcando que los ejemplares “los tenemos para exhibición”, pero la entrada al museo es gratuita.

La idea la viene gestando desde hace décadas, en concreto desde el año 53, cuando Domínguez trabajaba en Madrid con Perico Chicote, aunque desde niño tiene relación con los caldos más selectos, ya que su abuelo era “vinatero y criaba vino Ribera del Duero”. Ya en la capital madrileña, adonde se desplazó con 14 años, “fue cuando me entraron las ganas de algún día poder tener un museo”.

"Soñaba con el museo que tenía Perico Chicote y al final creo que lo he mejorado, porque hay cosas más interesantes que allí no había. El mundo ha evolucionado y aquí podemos tener cosas que entonces no existían”. Este templo del vino marbellí alberga además “los primeros barriles de cerveza de la Costa del Sol”, que datan de los años 1956 y 1957, con los que se sirvieron las primeras cañas de la marca Victoria, ha indicado.

La reapertura de la marisquería también viene acompañada de la incorporación de nuevos platos a la carta, como “una gamba roja con arroz y salsa reducida”, un extracto de marisco con vinagre dulce”, “un atún escabechado muy suave” y cremas de langosta, de coliflor y puerro con ostras, de verduras, berros o una “sopa de rape reducida”. A ello se suman “varios pescados y mariscos de siempre” recopilados en los puertos pesqueros de Marbella y Estepona.

El restaurador afronta la temporada alta con optimismo, a pesar de un 2020 “muy duro” marcado por la pandemia, asegurando que “si este año podemos ganar para cubrir los gastos ya sería un éxito grande”. Las previsiones por lo tanto son de que “hasta la segunda quincena de julio no se va a poder trabajar en la Costa del Sol a pleno rendimiento”.

Si trabajamos un 70 ó un 80 por ciento, yo me daría por muy tranquilo” y “aunque no tenga beneficios, poder seguir adelante y no dar marcha atrás nunca”, ha subrayado Domínguez. “Tenemos que estar en la misma línea todos a una”, ha valorado el restaurador, lamentando que “el 50% del centro -de Marbella- está cerrado y hay que solucionarlo”.

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