El Kona, en el momento de su lanzamiento, se hizo mayor a tenor del crecimiento de tamaño de su carrocería -18 cm más larga que su predecesor-. Pero, también, por otros factores, como la amplitud espacial, el cuidado del confort, la tecnología embarcada en él o hasta el comportamiento dinámico, haciendo gala con su nueva plataforma de un mayor aplomo y calidad de rodadura. Adicionalmente, ahora puede presumir de una de las gamas más nutridas de su segmento. Esto es así en cuanto que dispone de todo tipo opciones de cara a aportar a sus posibles clientes las soluciones que podrían necesitar.
Y es que este SUV de 4,36 m de largo, 1,83 m de anchura y 1,59 de alto, suma ahora dos versiones eléctricas a las que ya tenía en el momento de su lanzamiento. Estas son las que disponen del motor 1.0 TGDI de 120 CV, microhibridado con arquitectura de 48 voltios o no y, en este último caso, bien con una caja manual estándar o la automática de doble embrague; o el 1.6 TGDI de 198 CV, siempre automático y opcionalmente con tracción total. Este mismo es, además, el motor que se emplea en versión sin sobrealimentación para la variante híbrida, donde aparece con 105 CV ligado a un eléctrico de 44 CV (32 CV). De esta manera el sistema híbrido entrega una potencia combinada de 141 CV.
El Kona EV, punto de partida
Las dos versiones eléctricas del Hyundai Kona han sido el germen de este modelo en tanto que, a diferencia de otros modelos, en este SUV compacto, fueron las que primero se desarrollaron para, a partir de ellas, producirse la evolución del resto de combustión, ya contasen con mayor o menor nivel de electrificación.
La plataforma K3 de Hyundai Motor Group se ha revelado así como una de las más versátiles de cuantas se utilizan hoy dando pie a la utilización de dos sistemas de propulsión con arquitectura eléctrica de 400 voltios ligeramente distintos entre sí.
Por un lado, con la versión denominada estándar que emplea una batería de 48,4 kWh de capacidad útil y está asociada a un motor síncrono de imanes permanentes en el eje delantero de 156 CV (111 kW) y 255 Nm. Esta configuración ofrece una autonomía combinada conforme a la norma WLTP de 377 km.
Con el acabado Flexx el precio de este Kona EV antes de promociones, descuentos de financiación o subvenciones, es de 40.950 euros, por los 3.950 euros que supone el salto al nivel Tecno. De contar con todas las ventajas posibles, aportación máxima del Moves incluida, el precio arrancaría en 30.000 euros
Por otra parte, este SUV compacto de Hyundai dispone de una versión en la que la batería de iones de litio cuenta con un 26 por ciento más de capacidad neta, con 65,4 kWh. Combinado junto a un motor más potente, de 218 CV (160 kW) y 255 Nm de par máximo, este Kona EV ofrece un alcance con una carga completa de hasta 514 km.
Al sobrepasar con esta homologación WLTP la barrera de los 500 km, lo que esta versión del Kona logra en base a su bajo consumo -14,7 kWh/100 km de media, semejante a la versión de 48 kWh- por su relativa ligereza o coeficiente aerodinámico, combinados con la capacidad de la batería, se convierte en uno de los SUV de su segmento que más kilómetros puede recorrer entre recargas.
Estas, por lo demás, se pueden realizarse en los dos Kona EV con potencias de hasta 11 kW si se usa corriente alterna y 100 con continua. De usarse esta última, y más aún con el preacondicionamiento térmico de que dispone y que permite situar su temperatura para aprovechar al máximo la mayor potencia disponible en la infraestructura de carga si ésta se determina en el navegador como destino, la batería puede pasar del 10 al 80 por ciento de su carga en 41 minutos.
La configuración con el motor de mayor potencia y más alta capacidad de batería del Hyundai Kona está disponible con tres niveles de acabado: Flexx, Tecno y Style. El precio base es de 45.350 euros, mientras que el paso a los dos siguientes supone también 3.950 euros para el Tecno y, de éste al Style, 3.100 adicionales.
Sea cual sea el motor y la batería del Kona EV, estos Hyundai tienen la función V2L que les permite ceder, tanto con un adaptador -de serie en Tecno y Style- situado en el punto de carga frontal -con trampilla calefactada para evitar su congelación, como dotación llamativa- o el enchufe interior de 230 voltios, alimentar diferentes dispositivos eléctricos con potencias de hasta 3,6 kW.
Consumo de energía muy contenido
Hemos elegido para esta toma de contacto la versión con el motor de 156 CV (111 kW) y 48,4 kWh que, en un recorrido fundamentalmente urbano nos ha aportado un consumo realmente muy bajo: 13,3 kWh/100 km. Esto podría suponer cerca de unos 360 km de autonomía en un uso real en el caso de agotar su capacidad de batería.
En este tipo de utilización resulta muy valioso el elevado control de la capacidad de frenada regenerativa que el Kona EV ofrece a través de sus levas asociadas al volante, en tanto que dispone de cuatro niveles de ajuste, así como del modo automático que determina esa retención según las condiciones del tráfico. Las levas también permiten seleccionar el modo i-Pedal en el que se puede conducir sólo con el acelerador, sin necesidad de usar el freno. Este último pedal, por lo demás, ofrece una considerable uniformidad en su tacto a lo largo de todo el recorrido: independientemente de que en la primera fase ponga en marcha la retención del motor y en una segunda active el sistema hidráulico de frenado, el paso de uno a otro no se nota.
También ayuda encontrarse con las aportaciones de las asistencias a la conducción incluidas en el Hyundai Smart Sense y que, entre otras funciones, incorpora el control de la atención del conductor mediante una cámara, alertando si ésta disminuye. Igualmente tiene un asistente inteligente de aparcamiento remoto activable desde la llave o un monitor de ángulo muerto con cámaras en los retrovisores exteriores que ofrecen una imagen en la instrumentación de los vehículos que se aproximan por detrás. Estas cámaras contribuyen, además, a aportar una imagen de 360º en torno al Kona EV para facilitar los estacionamientos que está disponible en el acabado Style, mientras que el resto de niveles emplean una cámara de marcha atrás y sensores de ultrasonido.
Por lo demás, el asistente de anticolisión frontal de estos eléctricos aporta una dirección capaz de realizar maniobras evasivas, frenar en caso de riesgo de colisión en las intersecciones, avisar y evitar el cambio de carril involuntario o conseguir mantener la distancia de seguridad con el vehículo precedente mientras se usa el control de crucero.
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