Con un indiscutible aire retro en sus aspecto -no faltan guiños a anteriores Land Cruiser como la disposición de los faros, cuya forma cambia según las versiones, como en los HJ60 de los años 80, por ejemplo- el todoterreno más emblemático de Toyota se renueva. Lo hace catorce años después de que fuera lanzada la actual generación -la primera, la BJ, es de 1951- y, entre las muchas novedades que estrena, hay una significativa: recibe la plataforma TNGA-F, compartida con el Lexus GX o, también el Land Cruiser 300 que no está a la venta en España.

Esta plataforma con largueros y travesaños es un 50 por ciento más rígida que su predecesora, mientras que el aumento de la rigidez a la torsión, contemplada también la carrocería, aumenta un 30 por ciento; y ofrece la posibilidad de incorporar una suspensión optimizada, de modo que el nuevo Land Cruiser debe ganar tanto en calidad de rodadura como en agilidad. Asimismo, esta generación emplea una dirección asistida eléctricamente y, de cara a mantenerse fiel a su carácter campero, desconexión de la barra estabilizadora delantera o funcionalidades mejoradas del Multi-Terrain Monitor y Multi-Terrain Select.

Respecto al modelo actual, la longitud aumentará ocho centímetros y la altura casi tres, mientras que la anchura lo hará casi doce.

Con una carrocería de cinco puertas con una longitud de 4,92 m de largo, 1,98 de ancho y una altura de 1,87 m, además de una distancia entre ejes de 2,85 m, esta generación es un poco más grande que su predecesora. Consecuentemente, también debe ser más habitable.

Donde el cambio de generación es muy evidente es en el interior, aunque Toyota sigue confiando más en los mandos físicos que en los digitales. A fin de cuentas, el Land Cruiser es un coche fabricado para todo el mundo y condiciones de uso duras.

En ese interior los mandos físicos siguen siendo los protagonistas, como también lo son las formas cuadradas. No obstante, cuenta con instrumentación digital y una pantalla central de infoentretenimiento de nueva generación que le acercará a algunos de sus rivales, como es el caso del Land Rover Defender.

Una reductora o la capacidad de bloqueo de los diferenciales central y trasero seguirán aportando cualidades diferenciales a este todoterreno fuera del asfalto.

En cuanto a los motores, Toyota ofrece una larga lista de posibilidades que se adaptan a las diferentes regiones del mundo: desde 2.4 o 2.7 de gasolina para Europa del Este o Japón al 2.8 Diesel con el que se estrenará en Europa. Este conocido motor de 204 CV y 500 Nm de potencia y par máximo, respectivamente, se combinará con una caja de cambios de ocho velocidades automática y, más adelante, también contará con una microhibridación con arquitectura eléctrica de 48 voltios que apoyará las arrancadas. En todos los casos, la tracción será a las cuatro ruedas y contará con reductora, además de bloqueos de diferenciales.

El cinco puertas contaría con versiones tanto con dos como con tres filas de asientos y capacidad para siete ocupantes.

El nuevo Land Cruiser se pondrá a la venta con una versión First Edition, disponible en exclusiva para clientes que lo reserven durante el periodo inicial de preventa, a partir de octubre de este año en ciertos mercados europeos, sin precisar si entre ellos estará el español. Esta edición de unas 3.000 unidades hará hincapié en el legado del Land Cruiser, con varios rasgos de diseño especiales, En ese sentido, destacan detalles como los faros frontales redondos clásicos y dos acabados con pintura bitono

No hay precios por el momento, pero es de esperar que el precio de las versiones de equipamiento básico supere los 60.000 euros. Tampoco hay informaciones sobre si habrá versión de tres puertas -poco probable en un mercado como el español- o si se desarrollará una versión para uso comercial.