el futuro de cuba Las reformas se abren camino entre el inmovilismo político

Cura de mercado en La Habana

  • El régimen comunista de los hermanos Castro impulsa profundas reformas de corte capitalista para hacer frente a la crónica crisis económica instalada en la isla

La Cuba comunista se somete a una cura de mercado para asegurar su existencia. Tras más de 50 años de socialismo, el Gobierno de La Habana impulsa profundas reformas para superar la crónica crisis económica en la isla con cambios que parecen poner fin a las antiguas consignas de la Revolución.

Los ajustes para "actualizar" y "garantizar la continuidad" del modelo cubano han dejado cada vez más espacio a tradicionales mecanismos de mercado. El trabajo por cuenta propia, la propiedad privada o los créditos a particulares son algunas de las medidas aprobadas o reforzadas en 2011, en ámbitos tradicionalmente denostados por el socialismo que abanderaba Fidel Castro.

La "ofensiva revolucionaria" y la "lucha contra la burocracia" de finales de los 60 puso en manos del Estado todos los pequeños negocios privados, y para críticos como el economista Óscar Espinosa Chepe, acabó con el sistema bancario y contable en Cuba.

"El concepto de mercado era totalmente inaceptable", explicó el disidente, ex funcionario del Banco Nacional de Cuba y caído en desgracia por sus críticas a la política económica de los 60 y los 70. El economista, encarcelado en 2003 como parte del Grupo de los 75 y liberado un año después por motivos de salud, ve ahora con cierto asombro las medidas aprobadas por el Gobierno para impulsar una "nueva cultura" jurídica y bancaria.

Los diarios oficiales Granma y Juventud Rebelde explican la importancia de firmar contratos entre particulares y publican a menudo artículos que desglosan el vocabulario financiero para la población. "Hipoteca, eso era usura, eso era un fenómeno del capitalismo que jamás se podía tolerar", recordó Espinosa Chepe.

El llamado "cuentapropismo" ha crecido considerablemente en los últimos años y, a finales de 2011, eran más de 357.000 los cubanos que trabajaban como particulares, según datos oficiales. Las medidas impulsadas progresivamente por Raúl en los cinco años que lleva en el poder aspiran a crear empleo, generar ingresos fiscales y descargar el ineficiente aparato estatal beneficiando la iniciativa privada, que operaba antes en la economía sumergida.

"Algunos de esos cambios la propia realidad los estaba haciendo", señala Leonardo Padura. El escritor cubano, autor de libros leídos en clave crítica con la realidad de la isla como El hombre que amaba a los perros, considera que el Gobierno del menor de los Castro, más "realista en lo económico" que su hermano, sólo está "legalizando" ahora "una realidad que ya existía".

El nuevo rumbo parece a menudo deshacer el camino ya andado por el histórico líder cubano. "La cancelación de las ventas de casas había sido una decisión de Fidel Castro", señalaba recientemente el cubano-estadounidense Arturo López-Levy, investigador de la Universidad de Denver, sobre la reforma del mercado inmobiliario. "Esto es como revertir una decisión del Papa".

Otros observadores apuntan a un delicado proceso de ajustes, marcado por resistencias internas y pugnas entre "tradicionalistas" y "reformistas" en el propio seno del Partido Comunista. Es como en Europa del Este en los años de la caída del bloque soviético, donde hubo gente con privilegios en el aparato estatal que "trató de paralizar y obstaculizar los cambios", señaló Espinosa Chepe, que fue también diplomático en Belgrado.

Pese a la supuesta diferencia entre el dogmatismo político de Fidel y el pragmatismo económico de Raúl, los hermanos Castro siempre han subrayado su consenso. El actual presidente alude a menudo al "fundamento" para el modelo cubano que representan las ideas de su hermano, vertidas ahora en las "reflexiones" que publica regularmente en la prensa cubana.

Para el régimen de La Habana, el actual proceso de ajustes no deja de ser parte de la continuidad de la Revolución adaptándose al "momento histórico" por el que pasa y a las circunstancias económicas de su "entorno internacional". Raúl Castro enfatiza que se trata sobre todo de un proceso de corrección para garantizar "la irreversibilidad del socialismo". "No vamos a permitir que se cometan una y otra vez los mismos errores", señaló recientemente durante una sesión de trabajo de su Gobierno al hablar de la lucha contra la corrupción.

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