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Obama aventaja a McCain en siete estados que votaron a Bush en 2004

  • El sistema electoral norteamericano hace que la victoria o la derrota dependa del comportamiento de unos pocos sitios · Ambos candidatos han concentrado su propaganda en sólo 15 estados de la Unión

Aunque es un único país el que vota, se considera que las elecciones presidenciales de Estados Unidos estadounidenses son en realidad 51 comicios separados debido al particular sistema electoral del país. A menos de una semana para la lluvia de citas electorales, esas cuentas también sonríen y ampliamente al aspirante demócrata, Barack Obama.

El número de llamados estados de batalla (battleground states) varía según analistas. Pero todos ellos incluyen ocho fundamentales: Ohio, Florida, Pensilvania, Virginia, Colorado, Nevada, Nuevo México y Carolina del Norte. Y en todos ellos las encuestas dan como ganador a Obama.

La mala noticia para los republicanos y para su candidato, John McCain, es que en todos ellos, salvo en Pensilvania, ganó George W. Bush en 2004.

Si los resultados de las encuestas se trasladasen a las elecciones del martes 4 de noviembre, la victoria de Obama sería histórica. En la era moderna, sólo Lyndon B. Johnson lo superó, en las elecciones de 1964, con el país aún convulso por el asesinato menos de un año antes del presidente John F. Kennedy.

Por eso el mayor objetivo de la campaña de Obama en los últimos días es evitar los excesos de confianza. "No podemos dejarnos ir un solo día, un minuto o un segundo en esta última semana. No ahora", afirma el mismo senador por Illinois en el discurso modelo para la última semana, estrenado el lunes en Ohio.

Obama y sus asesores saben que victorias como la de Lyndon Johnson, que ganó todos los estados menos seis, o la de Richard Nixon en 1972, con triunfos en todo el país menos en Massachussets y el Distrito de Columbia, parecen ya de otra época. Por eso los candidatos a suceder a George W. Bush se han centrado en una minoría de estados.

El motivo es puramente práctico: aunque todo el país está llamado a las urnas, muchos estados están claramente definidos para uno u otro partido.

Y el sistema estadounidense establece que el que gana el Estado, aunque sea por un voto, se lleva todos los delegados para el Colegio Electoral que otorga ese estado. California, por ejemplo, concede 55, Illinois 21 y Vermont tres. El total es 538, por lo que basta con sumar 270 para alcanzar la Casa Blanca, y las combinaciones son múltiples. George W. Bush, por ejemplo, obtuvo su primer mandato al sumar 271 votos electorales en 2000. De ahí que en aquel entonces todo se concentrase en Florida y la infame polémica sobre la validez de las papeletas.

La historia se repite elección tras elección. Ni Obama ni McCain, por ejemplo, pusieron pie en Alaska: ¿Para qué, si vota siempre republicano? Tampoco aparecieron por el Distrito de Columbia. ¿Con qué sentido, si es tradicionalmente de mayoría demócrata?

Más datos. Según un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison, entre el 28 de septiembre y el 4 de octubre los dos candidatos sólo gastaron dinero en anuncios televisivos en 15 estados.

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