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Los terroristas usaron un hotel y una casa como bases en París

  • Uno de los que se inmolaron alquiló una casa en Bobigny En los ataques podría haber participado un noveno terrorista que se dio a la fuga.

La investigación de los atentados del pasado viernes "avanza rápidamente", según el Gobierno francés, aunque ayer sólo hubo algunas filtraciones sobre una vivienda y un hotel que los terroristas utilizaron como bases hasta el día del ataque, así como el descubrimiento de un coche que abandonaron al norte de la ciudad. Un segundo sospechoso de participar en los atentados terroristas de la noche del viernes en París podría estar prófugo, según informaron a Dpa fuentes cercanas a la investigación, que afirmaron que se trata de una "hipótesis fuerte", lo que elevaría a nueve los terroristas que azotaron el viernes la capital francesa. De acuerdo con la información, el grupo que atacó varios bares y restaurantes en el este de París habría estado integrado por tres en vez de dos personas.

Las bases que utilizaron los yihadistas son una casa en Bobigny, que alquiló uno de los que se hicieron saltar por los aires con un chaleco de explosivos, Brahim Abdeslam, y dos habitaciones de hotel que reservó por internet su hermano, Salah, el fugitivo más buscado por la policía de toda Europa. De Bobigny salió el comando que atacó la sala de conciertos Bataclan una hora después y, según el canal iTélé, en el piso los policías encontraron, además de teléfonos móviles y ordenadores, restos de explosivo plástico que hacen sospechar que allí se confeccionaron los chalecos explosivos.

Utilizaron un Volkswagen Polo que había alquilado Salah Abdeslam en Bélgica, donde los dos hermanos vivían, y en el que la empresa propietaria había colocado una baliza para poder ubicarlo, lo que ha permitido remontar la pista de su recorrido. Brahim había alquilado, también en Bélgica, un Seat León que fue utilizado para perpetrar varios de los tiroteos de bares y restaurantes al este de la plaza de la República.

En ese coche -hallado el sábado a pocos minutos de camino en Montreuil, ciudad limítrofe con París- iban los dos hermanos Abdeslam y tal vez un tercer yihadista, según los medios franceses. El diario Le Monde señaló que diversos testigos hablaron de un comando de tres hombres y el canal BFM TV precisó que la vídeo-vigilancia en las calles ha permitido llegar a la conclusión que ese tercer hombre era el conductor. Oficialmente no se ha emitido ninguna orden de busca y captura contra él, y tampoco ha habido filtraciones sobre lo que haya podido hacer desde entonces.

El segundo refugio conocido son las dos habitaciones del hotel AppartCity una de las cuales fue utilizada por al menos dos personas, en la que dejaron -como se puede ver en un vídeo difundido por los medios franceses- unas jeringuillas y unos tubos que tal vez sirvieron para preparar los explosivos. Al dispositivo logístico ya conocido se añadió ayer un Renault Clio igualmente alquilado en Bélgica por Salah Abdeslam, que estaba aparcado en el distrito XVIII, en el norte de París.

La ubicación es relevante, ya que en el extrarradio norte está el Stade de France, otro de los escenarios de los atentados, y es en ese mismo distrito donde dos conocidos de Abdeslam dicen haberlo recogido en la madrugada del sábado para llevarlo a Bruselas. De hecho, los tres hombres entraron en Bélgica poco después de haber sido controlados por unos gendarmes franceses que no los detuvieron porque entonces todavía no había elementos que hicieran sospechar. La información de sus identidades se pasó a las autoridades belgas, que tenían fichado a uno y rápidamente vincularon ese viaje con los atentados de París. Consiguieron detener a dos de los ocupantes del Golf, pero no a Salah Abdeslam.

Tras los atentados en París, ocho de cada diez franceses aseguran estar dispuestos a que haya más controles y una cierta limitación de sus libertades a cambio de un incremento de la seguridad, según indica un sondeo difundido ayer.

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