Cultura

Paseo por la ciudad interior

  • El artista francés JR presenta en el CAC 'Uprising', una instalación de vídeo creada en Málaga sobre la posición e influencia del individuo en los colectivos

El punto de partida se localiza en un contexto tan improbable como la Semana Santa: el artista francés JR, que dio sus primeros pasos en el clandestino mundo del graffiti para mayor gloria de los suburbios parisinos, desde donde transitó a un paradigma de mayor influencia gracias a la fotografía como nueva arma (dentro ya de la lógica del mainstream, pero con igual determinación a la hora de transformar el entorno: de hecho, JR sigue siendo un creador hacia fuera), visitó Málaga en tan señaladas fechas invitado por el director del CAC, Fernando Francés. Y, superado el alucine inicial, comprendió JR que bajo todo aquel aquelarre de estímulos y tradiciones "latía un sentimiento de comunidad muy fuerte; pero, a la vez, uno podía fijarse en los individuos y comprobar que detrás de cada uno había una historia. Y tal vez todas esas historias particulares podían ser puestas del mismo modo en común". La liturgia de las procesiones y las calles repletas se convirtió en material altamente inflamable en el ánimo inspirador de JR, ya que esta paradoja encajaba de lleno en sus más particulares obsesiones, las que le habían llevado a imprimir su arte y su nombre por las calles de París primero y de otras plazas europeas después. El francés adoptó a Málaga como paleta para el pintor, como bronce para el escultor, el elemento que habría de ser objeto de metamorfosis para que ocurriera el arte: "Quería conocer la ciudad desde dentro, a través de su gente, de sus individuos. Y, para ello, éstos tenían que convertirse en protagonistas". Así fue: JR decidió quedarse en Málaga y convocar a los malagueños para hacer algo que no se hubiera hecho antes. Fueron, en total, trescientos. El entusiasmado genio los grabó uno a uno ejecutando un sencillo movimiento de elevación de cabeza durante unos segundos, con precisión audaz en cuanto a los tiempos, como en la lectura de una partitura repleta de fusas. Después, ensambló con dotes de orfebre los trescientos vídeos en una sola instalación cuyo resultado, como una poderosa coreografía en blanco y negro, se proyecta desde ayer en una gran pantalla de ocho por catorce metros alzada en el CAC. No hace falta decir que Uprising (así se llama el invento) ha sido creado como site especific para el centro, donde estará hasta el 13 de septiembre.

Contaba ayer Fernando Francés que JR reclamó para su obra la participación de malagueños de la más diversa condición en cuanto a edad, clase social y etnias (la naturaleza multicultural de Málaga fue uno de los aspectos que más impresionó al artista cuando conoció la ciudad; aunque la variedad étnica no es precisamente uno de los fuertes del resultado final). Y sí, en el montaje puede distinguirse a Antonio Banderas (casualmente pasaba por allí, ya saben) y al mismo Francés junto a algunos artistas y una mayoría de comulgantes anónimos. Reveló ayer JR que, durante el proceso, "mi intención era darle a estas personas todo el protagonismo, y no dudaron en aceptarlo. No se limitaron a posar, también se interesaban por el proyecto, incluso cogían la cámara y se ponían a grabar. Fueron protagonistas delante y detrás del objetivo". La intención de esta aventura es, "dado que detrás de cada persona hay una historia, que todas esas historias puedan ser compartidas. Yo hago mis cosas para que luego la gente las comparta y les saque el provecho necesario para reforzar su posición como individuos y como miembros de una comunidad. Tal vez lo que hemos logrado en Málaga pueda expandirse para que más gente siga haciéndolo y para que otras muchas historias puedan verse en los muros de la ciudad". Suscribió ayer Fernando Francés al respecto que, durante las sesiones de grabación, "JR no utilizó jamás a ninguna de estas personas. Se mostró especialmente cuidadoso en este sentido. Hizo ver a todo el mundo que ellos eran los actores protagonistas". Para el director del CAC, JR es un ejemplo determinante "del modo en que el arte es capaz de cambiar el mundo"; en su cualidad casi monumental, sostenida por un diatónico hilo musical, Uprising es un ejemplo del know how.

Junto a la instalación también se puede ver en el CAC la película de JR Les Bosquets, producida este mismo año por, entre otros, Hans Zimmer y Pharrel Williams, quienes también se hacen cargo de la música. La danza acontece en un gris paisaje urbano, de nuevo como elemento transformador. "Todo lo que hago forma parte de una misma evolución. No niego una influencia filosófica ni artística, pero yo aprendo mientras trabajo", dijo ayer JR, un chico de la calle al que la ha ido francamente bien.

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