Tenían Fernando Tejero y Juan Villagrán ganas de volver a hacer teatro y especialmente de hacerlo juntos. El resultado es la comedia Piedras en los bolsillos, la comedia que ambos representan en el Teatro Alameda hasta el próximo 1 de noviembre con la dirección de Hernán Gené y la adaptación del original de Juan Cavestany. Se trata de un reto singular para estos dos actores (Tejero subió a un escenario por última vez hace año y medio con Animalario para su Marat-Sade, y Villagrán ha tenido en los últimos años una relación más intermitente con el medio), ya que cada uno de ellos da vida nada menos que a siete personajes.

La actriz irlandesa Marie Jones (que cobró gran notoriedad en la década pasada por su participación en la película en El nombre del padre) contó en esta pieza, escrita exclusivamente para ser representada por dos actores, la historia de un pueblo cuyos habitantes se ven profundamente alterados por la llegada del rodaje de una gran producción de Hollywood. "Jones ambientó la obra en un pueblo de Irlanda, pero nuestra versión transcurre en una localidad de Andalucía cuyo nombre nunca se pronuncia", explicó ayer Tejero. Semejantes condiciones imponen un ritmo agotador a los actores ("los ensayos, que se desarrollaron durante dos meses del pasado verano, fueron muy duros y pasado el primer mes todavía no teníamos nada", señaló Tejero), porque, en gran medida, Piedras en los bolsillos es una obra de actores: "La escenografía es muy sencilla, muy al uso del espacio vacío de Peter Brook. El vestuario también lo es. Todo viene dado por las interpretaciones", apuntó el actor cordobés, secundado por Villagrán.

La construcción de los personajes viene respaldada por la dirección de Hernán Gené, experto en el trabajo con clowns (su aplaudida y muy premiada versión de Sobre Horacios y Curiacios de Brecht pudo verse en la Sala Gades hace ya cuatro años), quien añade "malabarismos, bailes, canciones y pelucas que no sabemos muy bien qué significan, pero funcionan".