Genalguacil cumple este verano sus 20 años como el pueblo-museo del Valle del Genal. Una condición que ha alcanzado gracias a sus Encuentros de Arte, una cita bienal que durante dos semanas congrega a un grupo de artistas que crean sus obras de arte bajo la atenta mirada de vecinos y visitantes, y que luego quedarán expuestas para la posteridad en el municipio.

La de este año, la XII edición (debido a que el certamen es bianual), es sin lugar a dudas la más ambiciosa de todas, con once proyectos a cargo de trece artistas de lo más granado del panorama nacional. "Tenemos artistas asiduos a Arco, como Antonio Montalvo, Eugenio Merino, José Luis Serzo o Juan Francisco Casas, que precisamente acaba de llegar de inaugurar una exposición en Nueva York", explica Fernando Bayona, coordinador del encuentro, que comenzó el pasado jueves.

Pero los participantes no solo se limitarán a crear durante estos días. También se mezclarán con la gente del pueblo, acostumbrada ya a que cada dos años este evento rompa la rutina de esta pequeña población de menos de 500 habitantes. De hecho, para alguno de los proyectos su participación es esencial. Es el caso de la obra de Daniel Silvo, bautizada como Vestigios, y que consistirá en reproducir junto con los lugareños algunas de las obras más famosas del arte contemporáneo y luego colocarlas en diferentes puntos del Valle del Genal, no solo de Genalguacil, trasladando de esta forma la idea del pueblo-museo a una escala mayor: "Queremos que sea el primer valle del mundo convertido en un espacio de arte contemporáneo", afirma el creador.

Los vecinos, por su parte, se muestran encantados con poder contribuir con su participación a la creación de estas piezas. "Nosotros les dejamos nuestro patrimonio, que es el pueblo, para que trabajen en él, y a cambio ellos nos dejan el suyo, que son sus obras", señala Juan Jesús Rubio, vecino del municipio. "Parece que los artistas siempre están en un pedestal, pero aquí es al contrario, la gente puede acercarse y charlar con ellos mientras trabajan", añade Bayona.

Esta edición también dejará en Genalguacil obras que podrán apreciarse desde cualquier lugar del mundo gracias a las nuevas tecnologías, y más concretamente gracias a Google Earth. El responsable de ello es Juan Zamora, quien plasmará la sombra gigante de varias águilas sobre algunos tejados de la población. Se trata de una idea que ya ha llevado a cabo en diferentes ciudades del mundo, como Nueva York, Johannesburgo (Sudáfrica) o Adelaida (Australia).

Tampoco falta la crítica social, como en el proyecto Lo que parecía indestructible, que una vez acabado mostrará maquetas de edificios que simbolizan algún tipo de poder político o económico viniéndose abajo y que parecen hechas de madera pero que en realidad son de papel. Es, como lo define su artífice, Antonio Fernández, "una metáfora de la teatralización del poder y de cómo lo que parecía eterno se está destruyendo con la crisis".

Estos primeros días están sirviendo a los artistas para tener una primera toma de contacto con el pueblo y buscar la mejor localización para desarrollar su trabajo, antes de volcarse de lleno en el proceso de creación de sus obras. Obras que el próximo día 14 de agosto deberán dejar atrás, junto con las 123 que ya existen, y que servirán para enriquecer más aún las particulares salas y galerías urbanas de este auténtico museo habitado.