Conciertos en Málaga

Todos con Proteo: Música presente para los libros futuros

  • El concierto ‘#TodosconProteo’ a beneficio de la librería sirvió de escaparate en el Teatro Cervantes para la amplia variedad de la música malagueña

Los artistas participantes y organizadores, este miércoles, en el Cervantes, en el final del concierto.

Los artistas participantes y organizadores, este miércoles, en el Cervantes, en el final del concierto. / Domingo Mérida (Málaga)

Se trataba, como primer objetivo, de recaudar fondos para la rehabilitación de la Librería Proteo tras el terrible incendio que sufrió el establecimiento el pasado mes de mayo. Y el objetivo se cumplió, con el aforo del Teatro Cervantes (reducido, todavía, al 50% a la espera de la definitiva implantación de la nueva normativa sanitaria de la Junta de Andalucía) completo y la fila cero convocada en la diana de la más noble vocación solidaria. Pero el concierto #TodosconProteo que acogió este miércoles el Teatro Cervantes sirvió, también, de paso, para ofrecer un fidedigno escaparate de la amplia diversidad, a menudo hasta límites insospechados, de la música popular malagueña. Es cierto que, en este caso, la diversidad se quedó en el margen concreto del rock (cabrán en el futuro más conciertos solidarios con el flamenco, el jazz, la música clásica o la canción de autor, siempre en clave local, como protagonistas), pero semejante marco resultó suficiente para dar cuenta de la calidad, ambición, variedad e imaginación que al mismo rock atañen cuando de Málaga se trata. A pesar de algunas bajas de última hora por motivos de salud, como las de Dry Martina y Elphomega, pocas veces ha tenido la música hecha en Málaga una ocasión tan concreta para verse reflejada. Se trataba, como apuntaba en la presentación (tras un conmovedor vídeo que revivía los momentos posteriores al incendio en Proteo) el primer impulsor del concierto, Héctor Márquez, de que uno de los colectivos artísticos más castigados por la crisis derivada de la pandemia (la misma que obligó a aplazar este mismo concierto desde el pasado mes de julio), el de los músicos, acudiera al auxilio de un agente tan esencial en la vida cultural de Málaga del último medio siglo como Proteo. Y allá fueron, con sus guitarras en ristre y el aplauso del respetable.

Lito Fernández, con Suzette Moncrief y sus músicos, en su actuación. Lito Fernández, con Suzette Moncrief y sus músicos, en su actuación.

Lito Fernández, con Suzette Moncrief y sus músicos, en su actuación. / Domingo Mérida (Málaga)

Con una banda estable al servicio de los solistas bajo la dirección musical del pianista Jesús Durán, y a razón de un tema por formación, grupos y artistas se fueron sucediendo en un desfile que puso a prueba la agilidad de los técnicos y de los mismos músicos para no hacer del evento una espera interminable. Y, sí, el resultado estuvo más que a la altura. Abrió fuego Esplendor con la memoria de Rafael Pérez Estrada en su pegadiza Cerca del mar. Siguieron Betamax con su Fundido en negro y Gastsmans, también en clave literaria, con Boris Vian por bandera. Continuó el concierto en francés con Pepe L’amour y La Chiccolini Orquesta, en formato dúo, en uno de los momentos más poéticos de la velada. La noche tomó después un rumbo directo al rock con Álex el Zurdo y Motel Caimán, y se revistió de soul en la prodigiosa voz de Suzette Moncrief, quien mantuvo en escena una fértil complicidad artística con Jesús Durán. Antes, otro vídeo recordó la figura de Paco Puche, fundador de Proteo y recientemente fallecido, como artífice clave del mundo del libro en toda España. Frutería Toñi, con Salva Marina al piano, abrió el espectro al rock progresivo antes de la voz bien templada de Julia Martín y el no menos literario Conde, vertido al filo de cada verso. Tomó el relevo otro clásico de la escena malagueña, Hermanas Sisters, antes de Ricardo Marín y una intervención en vídeo de Zenet. El tramo final del concierto vino cargado de tradición pura y dura, con Lito Fernández, Tabletom, Javier Ojeda y Danza Invisible. Al final, todos subieron a escena para poner el fin de fiesta con Rumore-rumore y desear, al unísono, que la reapertura de Proteo en la que ha sido su casa en la Puerta de Buenaventura sea una realidad pronto, no como un capricho sino como un verdadero proyecto de ciudad: un órdago en el que Málaga se juega, entre otras cosas, su definición como territorio cultural, amable y abierto. Con buena música.

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