Es una excelente noticia el Ondas de Tierra y Mar. Merecido y gratificante para su equipo y, de paso, valora a ese grueso de producción propia de la RTVA que se ha fajado por horas raras y lugares semiescondidos. La veterana revista agropecuaria y medioambiental es un hábito para miles de andaluces en los fines de semana y precisamente éste es uno de los contenidos que ha pasado a la ventana de access prime time. No prometen tremendas cifras de audiencia a esa hora pero es un gesto de la nueva dirección hacia formatos de compromiso social directo.

Este es el primer Ondas reciente para Canal Sur TV de un espacio que se elabora por completo con gente de la propia RTVA. En otras ocasiones se galardonaron formatos de productoras, a veces merecidos (El Loco, la copla) y en otras parecía el empujón interno a empresas externas de buenos amigos.

En el caso de Tierra y Mar se reconoce la labor de tres décadas de Canal Sur y con un programa que se hace a pulso, atendiendo a la actualidad, recorriendo el mapa, preocupándose y ocupándose de una de nuestras fuentes de riqueza fundamentales y que, haciendo honor a su título, se graba por completo fuera de la redacción.

En este reconocimiento queda reflejada la abnegación durante años del jubilado Ezequiel Martínez y el relevo tomado por Chema Montero. Hay que querer mucho a nuestra tierra para hacer Tierra y Mar.

El Ondas viene de paso a animar a toda la plantilla ante los agoreros parlamentarios y a la propia dirección a la que hasta el momento se le debe tener la consideración de actuar con prudencia, guiada por una buena voluntad evidente y que muestra intención de hacer las cosas mejor de lo que, tal vez por inercia, se venían haciendo. Incluso los presupuestos contemplan una subida para no tener que presentar números rojos. Al margen de unos audímetros que seguirán siendo esquivos, desde la RTVA se pide una nueva oportunidad para el público que no les ve. El premio de Tierra y Mar hace visible al Canal Sur de servicio público.