La chauna

José Torrente

torrente.j@gmail.com

Altiva Susana

La buena noticia para Andalucía es la peor para el PSOE de la endiosada Díaz, a la que acumular derrotas le sienta mal

Tras finalizar el debate presupuestario, a la expresidenta andaluza le ofrecieron con una mano extendida humildad y respeto. Ella respondió con soberbia y desprecio inexplicable. Mostró lo corta que es su cortesía parlamentaria; lo estrecho que le queda el vestido de la oposición, y lo mucho que le incomoda haber cambiado de color de escaño en la rehabilitada capilla del Hospital de las Cinco Llagas.

Su gesto, dedo índice enhiesto por delante, no fue espontáneo sino producto de la cocción supremacista que produce tantos años de altanería gobernante. Tradujo desde la jerga de su altivez al español de taberna lo que opina Susana Díaz y su partido tras dejar de ser ella presidenta. Su idioma por la pérdida del BOJA es de continuo lamento y búsqueda de reparos; un léxico reiterado entre la verbalidad propagandista fullera y un lenguaje de todo a cien para soltar soflamas y eslóganes cansinos. El pasado jueves, la ex de San Telmo, también abrió el diccionario de su arrogancia, explotó la burbuja de un centrismo imposible en ella.

El consejero Juan Bravo hizo su trabajo político. Era su obligación lograr que Andalucía tuviera los primeros presupuestos del cambio. Pero hizo aún más. Ofreció respeto a la pluralidad democrática. Entendió que la refriega política no exime de la cordialidad debida tras el pim pam pum de la tribuna. Y halló cumplida correspondencia en los portavoces de Vox y Podemos; y en un exconsejero también. Susana Díaz no quiso ser tanto, no fue tan allá. Sulfurada, aireó su talante real. Enfrente tenía algo que no deseaba: un gobierno del cambio con presupuestos aprobados. Y le salió la intolerable que lleva dentro, lo que la pierde. Es su desprecio a la diversidad, la Susana que acumula rencor y soberbia en su alma errante de ex.

Demostró lo mal que le está sentando acumular derrotas; perder primarias primero, el Gobierno andaluz después, y rematar viendo cómo PP/Cs/Vox son capaces de pactar el presupuesto. La buena noticia para el futuro económico y social de Andalucía es la peor noticia para el PSOE de la endiosada Susana. De vaticinar trifulcas y desentendimientos de las derechas ha pasado a ver en vigor los primeros presupuestos del cambio. Es la razón de su desaire. Malos tiempos los que la retiran del protagonismo de emperadora, con un PSOE histérico contra su propia historia. Tiempos que derrotan su exégesis constante contra Moreno y Marín, sumergidos como navegan contra el salfumán revanchista de Susana.

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