Hollywood busca al actor idóneo para interpretar a Batman en la próxima película dedicada al superhéroe, ya que Ben Affleck, que lo ha encarnado en las últimas entregas, ha decidido colgar la armadura (u otros lo han decidido por él, al parecer por viejo). De modo que hay un enorme casting abierto para encontrar al siguiente artista que se enfunde la máscara del justiciero nocturno, y quien sabe, lector, si podría ser usted. Yo, la verdad, voy lidiando con la tentación de presentarme a las pruebas: si no doy la talla estoy dispuesto a calzarme unas alzas, como Kirk Douglas; pero eso de dar leña a los malos vestido de murciélago tiene que ser el no va más, como el Carnaval de Málaga pero sin los pesaditos de las comparsas. Aunque, bien mirado, preferiría hacer de klingon en lo próximo de Star Trek, o de Harkonnen en la nueva adaptación de Dune que va a dirigir Denis Villeneuve. Lo que pasa es que me imagino que Hollywood barrerá para casa y pondrá a uno de los suyos, y bueno, siempre cabría el consuelo de que se quedara con el papel Antonio Banderas; aunque lo mejor por ahora será no distraerlo demasiado y dejarlo tranquilo para que se dedique a abrir su Teatro del Soho el próximo otoño, mano a mano con Lluís Pasqual. Ya que estamos, así de primeras, se me ocurre un candidato ideal: Francisco de la Torre. Y no es broma; durante algún tiempo, Hollywood barajó hacer una película con un Batman crepuscular, ya mayor, para el que sonaba con fuerza el nombre de Clint Eastwood. Así que en vez de apostar por algún niñato más joven que Affleck, los mandamases de la industria del cine deberían recuperar esta idea y darle cancha a la voz de la experiencia. A ver, el perfil, De la Torre, lo tiene. Su forma física es admirable: camina, corre, nada, y seguro que hace más cosas que no sabemos. Su resistencia a la jubilación es encomiable: ahí hay madera de superhéroe, maldita sea. Y además le gustan los rascacielos. No sé qué más quieren los productores para convencerse.

Imaginen el empujón que significaría todo un Francisco de la Torre haciendo de Batman para el proyecto por el que se quiere hacer de Málaga una ciudad del cine, de tomo y lomo, por derecho. Nos daría igual que la Academia de Cine se llevara la gala de los Goya a Sevilla con el consiguiente ninguneo a la Costa del Sol: con su pan se lo coman. Almodóvar se partiría la cara por estrenar todas y cada una de sus películas en el Festival de Cine en Español, sin esperar si quiera a ver qué deciden en Cannes. Y no nos contentaríamos con los rodajes de esas series de tres al cuarto de Antena 3, sino que el mismísimo Spielberg acamparía en La Concepción para escoger las mejores localizaciones de la nueva de Indiana Jones. De acuerdo, igual es otro De la Torre, uno llamado Antonio, el que tiene más posibilidades. Quién sabe, igual si gana el Goya hoy de una vez Matt Reeves se fija en él para llevárselo a Gotham. Si es así, me pido el Pingüino. Directo a las cloacas.

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