Hablemos de ciudad

Las actuaciones urbanas tienen dos momentos importantes de reflexión. Uno previo y otro a posteriori

Hay cosas que están bien y hay cosas que están mal, y que la Gerencia Municipal de Urbanismo haya iniciado un ciclo de charlas para explicar las intervenciones que ha realizado en la ciudad está especialmente bien. Me refiero a los encuentros que desde el mes pasado se desarrollan los segundos viernes de cada mes en su salón de actos bajo el título “Hablamos de ciudad”. Un título perfecto para denominar estas citas en las que los técnicos responsables de las diferentes actuaciones explican los entresijos y dificultades que hay detrás de ellas. Está bien porque el formato es ágil. A partir de la una de la tarde, poco más de una hora para que el ponente presente la obra con una exposición fresca y se desarrolle un pequeño turno de preguntas. Y está bien porque permite conocer mejor qué se ha hecho y por qué. Qué problemas había, cuáles se pretendían resolver, cómo se hizo y qué inconvenientes surgieron. Y todo ello en un habiente sereno, que no siempre es posible en el debate urbano. La idea es buena y hay que felicitar a sus promotores, a Paula —la arquitecta que hace las veces de maestra de ceremonias— y a los arquitectos e ingenieros que se han prestado a explicar un trabajo cuyo alcance se suele desconocer.

Las actuaciones urbanas tienen dos momentos importantes de reflexión. Uno previo y otro a posteriori. El primero debe reflexionar sobre el qué, cuándo y cómo. Y si me permiten, sobre el porqué o la oportunidad e interés de la actuación. El segundo, el que aborda el resultado. Lo que salió bien y lo que salió mal. Y es tan fundamental o más que el primero, pues es el que permite realizar la primera reflexión con solvencia. Juntos son esenciales para mejorar la gobernanza de la ciudad y mejorar el apego de sus habitantes.

El ciclo de charlas que ha organizado la Gerencia aporta un importante grano de arena a este proceso de análisis al ofrecer una oportunidad que no es habitual. Una oportunidad de conocer la reflexión y razones en las que se han fundamentado unas soluciones que pueden parecernos inicialmente extrañas y no siempre comprendemos. Pero también, un mayor conocimiento de la ciudad en la que vivimos y sobre la que no siempre tenemos toda la información necesaria para entender cómo está cambiando. De momento, está previsto que las conferencias se sucedan hasta noviembre de este año. En la carta a los Reyes Magos de este año habrá que pedir que continúen.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios