Mil y una historiassentimiento blanquiazul

Basti / Pablo Guede / Deportes@ Malagahoy.es

Una defensa más sólidaCreo

POR fin la defensa ha podido disfrutar de un partido más o menos plácido. El Málaga se replegó de inicio a zona de partida y se mantuvo con las líneas muy juntitas para salir al contraataque. Desde un primer momento, se vio que el equipo sabía a lo que jugaba. Los jugadores tenían muy claro lo que les había pedido Pellegrini, y eso se notó. Otras veces se le ha criticado, pero hoy toca destacar a la defensa, sobre todo en la primera parte. Con mucho criterio, el equipo le entregaba el balón al Sporting, que no tiene mordiente arriba. Teníamos la situación controlada, incluso no le hemos hecho más daño al rival porque perdíamos el balón muy rápido. El miedo hacía que los dos equipos se atenazasen. Y desde el principio se jugaba a no perder. No ha sido un partido muy brillante, pero sí de lucha y de briega, y el Málaga esta vez sí ha respondido. Los jugadores han puesto lo máximo en cada choque.

De repente llegó el penalti, que me pareció muy claro. Cuando vi a Diego Castro lanzarlo, pensé en el jugador que se nos había escapado. Además, este año queda libre y tiene muchas novias.

Pero como siempre, volvió a aparecer el guante de Duda. Weligton se adelantó perfectamente para empatar. Este gol, en el minuto que se produjo, cambió el partido radicalmente. Ir al descanso con el empate hace que los jugadores se vayan muy reforzados al vestuario.

En la segunda parte, el Málaga salió igual de ordenado que al principio, replegado en zona de partida para jugar a la contra. Jugaron perfectamente con la desesperación del Sporting y de su afición. El equipo supo aprovecharse de la necesidad del rival. Seguíamos defendiendo bien, replegados, pero esperando nuestra oportunidad, que llegó con el penalti sobre Eliseu y el gol de Apoño. A raíz del 1-2, el Málaga siguió jugando con su idea. Tuvo varias ocasiones peligrosas y se notaba lo que se jugaban ambos equipos. Los cambios mostraron las intenciones de cada equipo. El Sporting se fue a por el empate y los de Pellegrini dieron un pasito atrás.

Con estos tres puntos, el Málaga gana una auténtica final y lo hace sufriendo. Así la victoria sabe mejor. No fue un triunfo brillante, pero ganar al Sporting, un equipo de tu liga, te da mucha moral. Regresas feliz y con muchas ganas de afrontar el reto de la Copa. Además, hay que destacar el perfecto orden táctico que tuvieron sobre el césped. Y encima hacía mucho que no remontábamos un partido, y eso da más confianza. ¿Por qué no podemos ganarle al Sevilla en la Copa del Rey el miércoles?

El equipo va hacia arriba, ha empezado el año de la mejor manera posible y, con los fichajes, el futuro se plantea más ilusionante para el malaguismo.

HOY quiero felicitarles el nuevo año y compartir con ustedes un decálogo particular de creencias:

1) Creo… en un fútbol aguerrido, manifestación políticamente incorrecta ahora que todo el mundo ha subido el toque a los altares. Sin reparar en que el toque por el toque no es apropiado para un fútbol bien jugado, que el toque es un medio y no un fin, que si no hay desmarques el toque no vale para nada salvo para defender, que si cuando aparecen los espacios el desmarque no llega y se sigue con la posesión, sin el último pase, el fútbol es como una noria sin cangilones, sin agua, sin cosecha.

2) Creo… que el Málaga está en muy buen camino. Y si lo criticamos es que lo queremos. Pero, sin embargo, hay muchos puntos de mejora todavía.

3) Creo… en un Málaga de ir hacia delante manteniendo la vigilancia defensiva. Que valora a los defensas con talento y dispuestos a echar balones a la grada si es preciso.

4) Creo… en lo que señala Menotti en Fútbol sin trampa, un libro impagable: "El fútbol le exige al chico ingenio, picardía, las mismas dotes que debe utilizar para sobrevivir en la calle. Y en una sociedad como la nuestra, donde las clases trabajadoras viven presionadas, sin la alegría de vivir para algo más que un plato de comida, el fútbol se convierte en el medio idóneo para experimentar algo tan importante como es el orgullo".

5) Creo… que es inevitable atender este otro consejo, poco practicado y bastante desconocido: "Para qué juega y para quién juega". Los jugadores del Málaga deben entender bien este concepto, que es básico para su vida.

6) Creo… en los jugadores agrupados en torno al balón, formando triángulos hasta completar estrellas de seis puntas, esos dibujos perfectos para tener siempre el balón si es necesario montar allí mismo un rondito, esas estrellas fugaces que se forman y se deshacen haciendo caminos para llegar con el balón hacia el portal, como si guiaran a los Reyes Magos.

7) Creo… que los sueños de fútbol se acaban haciendo realidad. Porque para que una cosa ocurra, hay que pensar en ella, muy fuerte, muy intensamente. En caso contrario, la culpa no la tendrá el empedrado, sino que las expectativas creadas fueron excesivas.

8) Creo… que los miedos nos invaden y de ahí las cortapisas a la creatividad. Miedos ancestrales, miedo a bajar de categoría, a no poder dar lo que esperan de él, a tener éxito, a ser rechazado por el entorno, a no aprender más, a un mal arbitraje, a que te driblen, a arriesgar, a fracasar, a que el entrenador no te entienda, a perder lo conseguido, al futuro, a ganar… Todos son estados de ánimo a los que hay que dar la vuelta, esa ruleta que lo convierta todo en positivo.

9) Creo… en Pellegrini, en Cousillas, en el profe, en Abdullah, en los jugadores, en los utilleros, en los médicos y masajistas, en todos los que están en el Málaga por el interés de los colores y no del dinero. Creyendo en la camiseta seguro que salimos de esta situación.

10) Creo… en que creer es poder.

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