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Cuando Arnaldo Otegi ofreció los votos de EH Bildu a Pedro Sánchez para la investidura, dijo que los entregaba a cambio de nada. Sin condiciones. Parecía lógico, pues es normal que Otegi y los de EH Bildu prefieran como presidente a Sánchez que a Feijóo. Sin embargo, ya se ha visto que era otra mentira. Se los dio a cambio de la Alcaldía de Pamplona, probablemente entre otros regalos que se verán en los próximos meses. Y que podrían incluir que el candidato de EH Bildu, Pello Otxandiano, sea el lehendakari de Euskadi si su lista supera al PNV. De modo que EH Bildu, el grupo sucesor de los batasunos, llegaría al poder gracias al PSOE, un partido al que ETA asesinó ilustres militantes.
A ese pacto para arrebatar la Alcaldía de Navarra a UPN (socios del PP), y dársela a EH Bildu, lo ha denominado Feijóo el pacto encapuchado. Es una calificación certera. Y no ya porque dan poder a los herederos del terrorismo etarra, sino porque era un pacto oculto, que permanecía encapuchado, y del que hemos visto la puntita nada más. EH Bildu no tiene prisas. Consideran que el tiempo correrá a su favor, más aún si les ayuda un tonto útil. Porque el tiempo, gran destructor, terminará por borrar la memoria criminal de ETA, que las nuevas generaciones no han conocido. Tranquilo, Otegi, tranquilo... Por eso, EH Bildu ha recomendado a sus colegas de ERC que no tengan prisas para forzar un referéndum en Cataluña. Los independentistas catalanes iban a la baja, y lo más probable sería que perdieran ese referéndum.
EH Bildu tiene otra estrategia: ganar las elecciones de primavera en el País Vasco y conseguir que su Pello Otxandiano sea el lehendakari, quizás en coalición con los socialistas. Presentan a un doctor ingeniero de Telecomunicaciones, no a un carnicero. Ya van a recibir la Alcaldía de Pamplona, como trampolín para afianzarse en Navarra y consumar, más adelante, su sueño de unirla a Euskadi. Pues a EH Bildu no le interesa la independencia de un País Vasco formado sólo por las tres provincias actuales (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), sino ampliarlo a Navarra y a los tres territorios franceses de Euskadi Norte (Lapurdi, Baja Navarra y Zuberoa). Para crear su gran Euskalherria necesitan tiempo.
También necesitan que en España gobierne un presidente sin escrúpulos, capaz de mentir, encapuchar la realidad, hacer lo contrario de lo que dice, y entregar lo que le pidan para mantenerse en el poder.
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