A las 8:00 de ayer se comenzaba a poner fin a la vida del que durante las últimas décadas ha sido el hospital comarcal de la Serranía de Ronda, que hoy ya no prestará servicio asistencial, aunque su cocina seguirá trabajando para alimentar a los pacientes del nuevo hospital hasta que se concluya esta instalación en el nuevo centro sanitario, algo que se espera que suceda en un plazo aproximado de un mes. Más de 400 profesionales de diferentes ámbitos, entre ellos 350 del Servicio Andaluz de Salud (SAS) trabajaron ayer durante toda la jornada para realizar el traslado de los pacientes que estaban ingresados en el ya antiguo hospital, lo que requirió de un importante despliegue, ya que durante el tiempo que duró el proceso ambos hospitales tuvieron que estar funcionando como si de instalaciones independientes se tratara.

En el operativo intervinieron también 10 ambulancias y tres UVI móviles, que fueron las encargadas de realizar el traslado de los pacientes durante todo el día, en un continuado ir y venir, que promedió unos 7 traslados a la hora, sobre un total de 70 pacientes, que fueron los que estaban ingresados en las instalaciones en el momento de iniciarse el traslado. Cada uno de ellos era acompañado en el viaje en ambulancia entre ambas instalaciones por un equipo médico al completo, sin que se produjesen incidencias de importancia durante los traslados. Además, un acompañante también podía realizar el viaje en la ambulancia.

"Bienvenido al nuevo hospital, ¿cómo fue el viaje?", eran las primeras palabras que los pacientes escuchaban tras entrar por las puertas del área de Rehabilitación, que fue la habilitada para recibirles, ya que para ese momento las Urgencias estaban trabajando con normalidad y atendiendo a los usuarios que llegaban hasta las mismas.

De este modo se ponía fin a un proceso de traslado que se inició a principios de año y que supone el punto y final a un largo y complicado proceso que se inició en el año 2005 con la puesta de la primera piedra del hoy Hospital de la Serranía de Ronda. Eso sí, años antes se había de realizado el compromiso público por parte del Gobierno andaluz de dotar a la comarca de un nuevo complejo sanitario.

Las nuevas instalaciones presta servicio a municipios de las provincias de Málaga y Cádiz, en los que residen casi 100.000 personas. La construcción de las nuevas instalaciones, además de tortuoso periodo de paralización que pasaron con la llegada de la crisis económica, han conllevado una inversión de 53 millones de euros

En cuanto a las instalaciones, cuentan con una superficie total construida superior a los 37.000 metros cuadrados, estando prevista una actividad anual de más de 41.000 urgencias, 113.000 consultas de especialistas, 32.000 estancias hospitalarias y unas 3.500 intervenciones quirúrgicas.

En cuanto a las principales cambios, uno de los aspectos más novedosos es que contará con 152 habitaciones individuales, siendo el único que puede presumir de esta atención individualizada. También incorporará 34 puestos de hospitalización polivalente, al tiempo que en las áreas de radiodiagnóstico y laboratorio también se han introducido importantes novedades. En el caso del laboratorio se cuenta con sistemas automatizados que permitirán dar una mayor seguridad.

De igual modo, también se destaca la incorporación de dos salas de radiología convencional con tecnología digital y un mamógrafo con estereotaxia. Además, se asegura que las instalaciones serán dotadas con una resonancia nuclear magnética, que es una de las grandes promesas para la mejora de la atención asistencial. Por otra parte, también se amplía la zona de urgencias, que pasará a tener 18 puestos en observación.